En entrevista con MSM, el destacado investigador y co-fundador de la Cochrane Collaboration recalca que la industria farmacéutica trabaja por las ganancias, y no por los pacientes.
Su libro “Medicamentos que matan y crimen organizado” –recientemente publicado en español– es un informe completo y sin concesiones sobre la influencia de la industria en los sistemas de salud.
En el ánimo de seguir contribuyendo –esperamos– a generar una mayor conciencia respecto de los efectos adversos de las relaciones entre la profesión médica y la industria farmacéutica, Médicos Sin Marca entrevistó a Peter C. Gøtzsche, destacado investigador y cofundador de la Cochrane Collaboration, una red global independiente de profesionales de la salud, investigadores y defensores de pacientes, que asume el reto de convertir la evidencia generada a través de la investigación, en información útil para la toma de decisiones clínicas y sanitarias. La organización sin fines de lucro cuenta con colaboradores de más de 120 países que trabajan juntos para producir información de salud accesible, creíble e independiente de patrocinios comerciales y otros conflictos de intereses.
Affaires entre médicos e industria
P. En su carrera primero trabajó en la industria farmacéutica. Posteriormente, se convirtió en uno de los críticos más consistentes de la forma como ésta realiza investigación. ¿Qué le hizo dar este giro?
R. Rápidamente me di cuenta de que la industria farmacéutica rutinariamente miente a los médicos, tanto en su marketing como en la investigación que realiza, y los engaña de otros modos, lo que produce efectos perjudiciales tanto para los pacientes como para las economías de nuestros países. Entonces no podía verme a mí mismo desarrollando una carrera en tal ambiente. Muchos años después descubrí que la industria farmacéutica no sólo miente regularmente, sino que es la más criminal de todas las industrias (1, 2, 3), sin guardar respeto por la vida humana (4).
P. En su opinión, ¿por qué a los médicos nos resulta tan difícil cuestionarnos el estándar ético sobre el cual nos relacionamos con la industria?
R. La generalizada corrupción entre los médicos determina que sean pocos los que estén dispuestos a pararse y hablar (5, 6). Ellos prefieren seguir dejándose pagar.
P. En su experiencia, ¿cuáles son las reacciones más comunes de los médicos cuando lo escuchan exponer o leen acerca de lo que Ud. ha investigado?
R. Me he llevado una sorpresa, lo que a la vez ha sido estimulante. La mayoría de los médicos comprenden lo que estoy haciendo. Al igual que yo, ellos saben que el sistema actual es corrupto y les gustaría ver cambios. Las escasas reacciones negativas han venido de doctores inescrupulosos que están totalmente corrompidos, así como de médicos ingenuos que creen en la propaganda de la industria y creen que ésta trabaja por el bien de los pacientes. La industria no trabaja por los pacientes, trabaja por las ganancias. Sus drogas han causado la muerte de muchos pacientes, siendo esto sólo superado por las enfermedades cardíacas y el cáncer.
P. ¿Cómo cree que la relación entre las compañías farmacéuticas y los médicos deba ser cuestionada, sin que estos últimos se sientan amenazados?
R. Yo cuestiono dicha relación todo el tiempo y si no logramos que los médicos se sientan avergonzados, no veremos cambios positivos de ningún tipo. Inicialmente la Asociación Médica Danesa trataba de ignorarme a mí y sistemáticamente evitaba cualquier discusión diciendo que médicos e industria necesitaban colaborar recíprocamente. Esto es cierto, pero no significa que la industria tenga que entregar dinero u otro tipo de bienes a los doctores. Este flujo de dinero lleva a la pérdida de la credibilidad. Ahora la Asociación se ha dado cuenta que no puede hacer como si no hubiera un problema y ha empezado a apoyar una serie de reformas necesarias.
El trabajo de Gøtzsche
P. En su último libro habla de la industria farmacéutica en términos de “crimen organizado”. Esta parece ser una acusación que podría ser rechazada por las compañías. ¿No sería más conveniente enfocarse en el tema de los sesgos y hablar en términos de conductas no-intencionales?
R. En mi libro no hago acusaciones. A mis lectores yo les ofrezco datos. Es un hecho bien documentado el que la industria farmacéutica comete crímenes, y esto no puede ser negado por las compañías. Las compañías no han tratado de contradecir esto, pues saben perfectamente bien cuán corruptas son sus prácticas de negocios. En vez de esto, han dicho que los ejemplos a los que me refiero son antiguos y que la situación es mucho mejor ahora. Esto es mentira. He documentado el crimen organizado en las diez compañías más grandes basado en casos entre el año 2007 y 2012. También he constatado que estos crímenes están en alza, lo que no es una sorpresa, ya que cuando los crímenes traen beneficios, éstos tienden a aumentar. En este caso no estamos hablando de sesgos, somos testigos de crimen organizado y fraude todo el tiempo, y esto ciertamente no es no-intencional. Es deliberado.
P. Ud. ha sido especialmente crítico respecto de las prácticas farmacológicas en psiquiatría. ¿Cuáles son los hechos que han capturado su atención especialmente?
R. Está todo más o menos relacionado con medicamentos. Ya había visto demasiado, sin embargo lo que encontré en psiquiatría me dejó profundamente impactado. Es por esto que le puse como título al primer capítulo sobre psiquiatría “El paraíso de la industria farmacéutica”. Los fármacos psicotrópicos causan muchos daños y algunos de los peores suceden cuando los pacientes tratan de suspenderlos, generalmente empeorando su estado. Sus médicos habitualmente les dicen que esto se debe a que aún requieren el fármaco. En realidad lo que muchos pacientes experimentan al tratar de suspender estos fármacos son síntomas de abstinencia. Ellos se han hecho dependientes de los medicamentos, sin embargo los psiquiatras generalmente niegan este hecho. Estos últimos han aprendido, a través de la industria farmacéutica, a no culpar al fármaco en estos casos, si no a la propia enfermedad.
El psiquiatra David Healy ha dicho que “probablemente no haya otra área de la medicina en que la literatura académica esté tan en desacuerdo con los datos crudos”. Estoy de acuerdo y no conozco ninguna otra especialidad en que haya tanto sobre diagnóstico y sobre tratamiento, o en que los daños causados por los medicamentos sean tan debilitantes y persistentes si se los compara con los beneficios. Afortunadamente algunos de los más distinguidos psiquiatras han tomado conciencia de que su especialidad está en una profunda crisis. Hay entonces esperanza en el futuro.
P. ¿Cuál es la importancia del uso de placebos activos en los ensayos con psicofármacos?
R. Las compañías farmacéuticas no usan placebos activos en lo absoluto, debido a que ellos saben que esto dejaría al descubierto la inefectividad de sus fármacos. Una revisión hecha por Cochrane de ensayos antiguos en que la comparación de la droga en estudio era hecha contra un placebo que contenía atropina –con el fin de imitar los efectos secundarios de los antidepresivos (i.e. placebo activo)– encontró que los antidepresivos tricíclicos no eran efectivos en la depresión. Por lo tanto, lo que estamos midiendo al realizar ensayos clínicos con drogas psicotrópicas no son verdaderamente sus efectos, sino principalmente sesgos, debido a la ruptura del ciego en los estudios.
P. En sus estudios sobre la morbilidad y mortalidad asociada al uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), ha concluido que éstos han costado la vida de más de 100.000 personas. ¿Cómo llegó a establecer ese número?
R. Los AINEs han causado cientos de miles de muertes en el mundo entero. Mis cálculos han sido bastante simples. Comparé las ventas con el aumento en el riesgo de morir mientras se está tomando AINEs, lo que ha sido documentado en meta-análisis, también consideré el tiempo de tratamiento. Lo más serio en relación con estas muertes es que muchos de estos casos no necesitaban el medicamento como primer tratamiento. Ellos podrían haber sido tratados con fármacos que no los habrían matado, o incluso podrían no haber requerido fármaco alguno, considerando que muchas condiciones que provocan dolor pueden ser toleradas y mejoran solas.
P. Actualmente la polifarmacia es una práctica común. Ésta parece ser un área de pocas certezas en medicina. ¿Qué se ha hecho en términos de investigación para mejorar este punto ciego?
R. Muy poco. Los medicamentos se evalúan uno a uno, entonces sabemos muy poco acerca de lo que ocurre cuando varios son usados simultáneamente, interactuando entre ellos o potenciando los efectos adversos de uno y otro. Estas interacciones matan a muchos pacientes, habitualmente después de haber echado a perder la vida de la persona antes de su muerte. Es un hecho irrebatible el que usamos muchos fármacos, particularmente en los ancianos, quienes los suelen tolerar mal.
P. Durante los últimos años se han escuchado muchas voces –incluyendo la suya– alertando que bajo ciertas condiciones los screening pueden ser nocivos. ¿Cuáles han sido sus principales hallazgos en relación con el screening del cáncer de mama?
R. Hemos publicado mucho en esta área, por lo que no puedo precisar cuáles han sido nuestros hallazgos más relevantes. Lo que sí puedo decir es que el screening mamográfico no reduce la ocurrencia de cáncer avanzado y por lo tanto no sirve para lo que se supone que debería. Además, el screening no lleva a que las mujeres puedan tener vidas más largas. El screening deriva en sobre diagnóstico y sobre tratamiento. El tratamiento de mujeres sanas sobre diagnosticadas lleva a la muerte al menos a tantas mujeres como las que el screening habría ayudado a prevenir de morir por cáncer mamario.
Por último, están los falsos positivos que luego son refutados. El riesgo acumulado de diagnóstico de falso positivo después de 10 mamografías está en el rango entre 20% y 60%. El daño psicológico que se les infringe a esas mujeres es sustantivo y de larga duración. Esto lleva a que los análisis sobre la utilidad de los screening, al incluir los riesgos y beneficios asociados, invariablemente resulten negativos. Por estos motivos, el screening de cáncer mamario debería dejar de practicarse. Lenta y dolorosamente algunos países están dándose cuenta de esto ahora.
Industria farmacéutica y legislación
P. En los EE UU recientemente se ha aprobado la Sunshine Act, que obliga a los laboratorios a develar información sobre sus pagos directos e indirectos a los médicos. ¿Cuál es su opinión respecto a este tipo de medidas?
R. Ha existido un gran retraso en los países para introducir medidas como ésta. Esto le da al público un necesario conocimiento respecto a la magnitud de la corrupción y le da la posibilidad a los pacientes de elegir a un médico que no toma dinero de la industria. Yo esperaría que esta transparencia lleve a una significativa reducción del nivel de corrupción.
P. En relación con la legislación, ¿qué otros aspectos de la relación entre médicos e industria deberían ser contemplados?
R. El marketing de los medicamentos debería estar prohibido, así como el marketing del tabaco lo está, considerando que ambos son dañinos. Imagínate cómo sería el mundo si no hubiese publicidad de fármacos ni agentes de venta. Los buenos medicamentos serán siempre usados por los médicos, por lo que no necesitan del marketing.
También debería prohibirse que médicos que han recibido pagos u otro tipo de favores de parte de la industria pertenezcan a paneles de expertos para la elaboración de guías clínicas o la aprobación de medicamentos. Asimismo no deberían ser consultores de agencias reguladoras de medicamentos ni de otras instituciones públicas. Así como los abogados no tienen permitido representar a ambos lados, este mismo principio debería aplicarse a los médicos.
Fuentes de información independiente
P. El flujo de información desde la investigación al médico que está junto a la cama del paciente es muy complejo y vulnerable a diversos tipos de sesgos. ¿Qué le podría recomendar a aquellos clínicos que pretenden estar actualizados y al mismo tiempo acceder a información lo más libre de sesgos que sea posible?
R. Tendrían que confiar solamente en fuentes de información independientes. Deberían considerar a los ensayos clínicos financiados por la industria como publicidad del fármaco. Incluso cuando los resultados son publicados en las revistas médicas más respetadas, aquellos artículos son generalmente poco confiables. En la medida de lo posible, los médicos deberían evitar usar medicamentos de compañías que consideran confidencial la información de los estudios clínicos que envían a las agencias reguladoras y que no estén dispuestas a compartir libremente con investigadores independientes la información no procesada y debidamente anonimizada de los estudios que llevan a cabo.
P. La Cochrane Collaboration se ha consolidado como una fuente de conocimientos médicos segura y confiable. ¿Cuáles son los objetivos a largo plazo de Cochrane?
R. Uno de los objetivos más importantes de Cochrane es reducir los sesgos. Sin embargo, los lectores de las revisiones Cochrane deben estar al tanto de que éstas suelen ser habitualmente positivas, debido a que por lo general los investigadores de Cochrane no tienen acceso a todos los datos ni a todos los ensayos que se han realizado en relación con la intervención estudiada. Por esta razón es una meta de primer orden para Cochrane presionar para que todos los datos generados gracias al altruismo de los pacientes estén disponibles gratuitamente para que cualquier persona los pueda revisar. No es ética una solución que aspire a menos que esto.
Es sorprendente que hayamos permitido a las compañías farmacéuticas e investigadores el proclamarse dueños de los datos y mantener éstos en secreto. De acuerdo al Defensor del Pueblo (Ombudsman) Europeo -a quien recurrimos en 2007 para denunciar el extremo secretismo que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) mantenía en aquel entonces- la industria farmacéutica no puede adueñarse los datos de pacientes. Los datos que se generan gracias a la colaboración de pacientes que han estado dispuestos a correr un riesgo desconocido al participar en un ensayo nos pertenecen a todos.
ONGs y Médicos Sin Marca
P. Nuestra organización (Médicos Sin Marca) ha construido su discurso a partir de una propuesta clara, con ideas como que “no debería haber espacio para la industria en la educación médica”, lo que para muchos colegas ha parecido un tanto radical. ¿Cuánta importancia le asigna a ONGs como la nuestra en la posibilidad de impulsar un cambio en el estándar ético dentro de la medicina?
R. Organizaciones como Médicos Sin Marca, la española No Gracias, la noruega Doctors Against Corruption, la danesa Doctors Without Sponsors, las estadounidenses Public Citizen, No Free Lunch, la International Society of Drug Bulletins, la revista Prescrire y Health Action International son todas importantes promotoras de cambios. Decir que no debería haber espacio para la industria en la educación médica no tiene nada de radical. Está bien documentado que la educación médica financiada por compañías farmacéuticas es marketing encubierto y que ese tipo de actividades lleva a los médicos a tomar decisiones irracionales que hacen daño a sus pacientes. Esto incluye el uso de medicamentos mucho más caros que no tienen ventajas sobre alternativas más económicas.
Peter Gøtzsche
Médico especialista en Medicina Interna, Gotzsche posee un Master en Ciencias en Biología y Química. Trabajó inicialmente en el área de ensayos clínicos y aspectos regulatorios en la industria farmacéutica entre 1975 y 1983, y también una vez titulado de médico en hospitales de Copenhague entre 1984 y 1995. Se convirtió en profesor de diseño y análisis de Investigaciones Clínicas en 2010 en la Universidad de Copenhague.
El Dr. Gotzsche ha publicado más de 70 artículos en “los big five” (BMJ, Lancet, JAMA, Ann Intern Med y N Engl J Med) y sus trabajos científicos han sido citados más de 15.000 veces. Es autor de varios libros sobre Medicina Basada en Evidencia, sobrediagnóstico e influencia de la propaganda de la industria farmacéutica en el actuar médico. Entre ellos destacan: “Rational Diagnosis and Treatment: Evidence-Based Clinical Decision-Making” (2007); “Mammography Screening: Truth, lies and controversy” (2012); y “Deadly medicines and organised crime: How big pharma has corrupted healthcare” (2013).
Además, es miembro de una serie de grupos que publican guías para presentaciones de informes de investigación. Ha sido coautor de CONSORT para ensayos aleatorios, STROBE para estudios observacionales, PRISMA para revisiones sistemáticas y metanálisis, y SPIRIT para protocolos de ensayos.
El Dr. Gotzsche participó en el mid-year meeting de la Cochrane que se llevó a cabo este año en Panamá, en donde junto a representantes de Médicos Sin Marca, compartió el foro sobre la influencia de la industria farmacéutica sobre las decisiones clínicas.
Ha sido una de las voces más comprometidas en la denuncia de las malas prácticas de la industria farmacéutica, y se ha enfocado en estudiar los costos que han tenido estas prácticas no sólo en el bienestar y bolsillo de los pacientes, sino también en términos de morbilidad y mortalidad.
Este artículo fue publicado originariamente por https://www.saludyfarmacos.org/.Lea el original.