Vacunados de la gripe = muertos por COVID

Las estadísticas e investigaciones que conviene no mostrar

A pesar del hostigamiento que reciben por parte de las agencias de verificación, primero, y el ostracismo al que son relegados después, son muchos los científicos, médicos e investigadores que osan nadar contracorriente amparados en la certeza de la evidencia. Estos estudios e investigaciones que cuestionan los dictados del mercado farmacéutico mundial, son no en pocas ocasiones ridiculizados, menospreciados e incluso cesados al plantear el menor atisbo de discrepancia con las tesis dominantes.

Este trabajo de investigación periodística considera fundamental documentar las principales investigaciones que apuntan en otras direcciones. La muestra de estudios que a continuación se presentan no son residuales, ni menos simbólicas; muy al contrario, nos dan una idea de cuánta información relevante, tanto estadística como médica, pudiera estar siendo tergiversada o censurada. Una vez más el lector tiene acceso a información objetiva y contrastada que le permitirá afinar sus conclusiones y formar un criterio defendible con argumentos sólidos.

Estudios científicos

Jon Ander Etxebarria, Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi.

CONCLUSIONES

El decano vincula la tasa de vacunación de la gripe en mayores de 65 años con la tasa de mortalidad por 100.000 habitantes en países europeos y asegura que hay una correlación entre ambos datos. En las gráficas se observa que en las zonas con menor vacunación hay una menor incidencia de la COVID-19.

El  informe también plantea que los asintomáticos no son personas con capacidad de transmisión del virus. La ausencia de síntomas no es compatible con la carga vírica por lo que sin enfermedad no existe posibilidad de contagio.

Sobre los territorios con un confinamiento más estricto y más largo, como “Bélgica, España, Euskadi y Reino Unido” son los que tienen una mayor tasa de mortalidad por 100.000 habitantes.

En cuanto a los tests PCR indica solo analiza un 0,7% de los nucleótidos del genoma del virus y que no se puede utilizar como principal herramienta diagnóstica una técnica con tanto margen de error.

Matilde P. Machado obtuvo su doctorado en  la Universidad de Boston. Actualmente es profesora titular del Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid. Vice-rectora Adjunta de Estrategia y Educación Digital  y  directora del máster en Evaluación Sanitaria y Acceso al Mercado.

ESTUDIO

Toma los datos del Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo), para analizar las diferencias entre las muertes esperadas en un determinado periodo y las que se registran realmente.

CONCLUSIONES

Comparando los datos, la autora estima que «se ve claramente que la relación es positiva, es decir, cuanto mayor es el porcentaje de mayores de 65 años vacunados, mayor es el exceso de defunciones atribuidas directa o indirectamente a la COVID-19».

La correlación que se extrae de su comparativa es que, a grandes rasgos, el exceso de mortalidad ha sido más elevado precisamente en aquellas comunidades en las que la cobertura de la vacuna contra la gripe es más amplia.

Dr. Juan Gastón Añaños, Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital de Barbastro (Huesca). Elisa Mª Sahún García,  unidad de Farmacología Hospital Barbastro. Dra. Ana Martínez Giménez, Servicio de Medicina Preventiva. H. Barbastro.

ESTUDIO

El estudio comienza porque de los 20 fallecidos en el Hospital 17 tenían registrada la administración de la vacuna y y de los otros 3 no hubo documentos. Los vacunados contra la gripe representarían por tanto como mínimo el 85% del total de fallecidos». Ese dato era superior al esperado así que parecía que «la vacunación antigripal habría empeorado el pronóstico de los mayores vacunados con respecto al COVID-19.

«El dato encontrado llevó a plantear la hipótesis de que la vacunación antigripal de la campaña 2019-2020 pudiera estar asociada a un mayor riesgo de fallecimiento por COVID-19 en mayores de 65 años», indican en el informe.

Así que para dar consistencia a esta hipótesis. Se accede a los datos de una residencia de ancianos que contaba con 94 internos, de los que 25 han fallecido por COVID-19, lo que revela el hallazgo de que han fallecido en residencias en una proporción 1000 veces superior al de los hospitales. Los autores consiguieron acceder también al registro manual de Atención Primaria de la vacunación en la citada residencia, con los siguientes resultados:

De los 80 vacunados, han fallecido 24, el 30%. De los 14 no vacunados, 13 continúan con vida en la actualidad, y ha fallecido 1.  Por tanto, la tasa de fallecimiento en los vacunados registrados cuadruplica la de los no vacunados, para una muestra ya importante de 94 individuos.

Se observa un componente geográfico-socialsanitario susceptible de ser investigado en más profundidad», señalan los médicos del Servicio de Medicina Preventiva y Farmacia del Hospital de Barbastro (Huesca).

CONCLUSIONES

En base a los resultados obtenidos en el estudio de campo Hospital Barbastro / Residencia con alta mortalidad COVID, donde el numero de muertos por COVID resulta muy superior en la población vacunada de la gripe se estudia la posible Interferencia inmunológica entre el POLISORBATO 80 de la vacuna antigripal adyuvada y el SARS-CoV-2.

Evidencias estadísticas

Según los informes de ResearchGate GmbH, sólo entre un 0,5% y un 2% de la población en el continente africano estaría vacunada de la gripe estacional.

Llama la atención la cantidad de artículos dedicados a formular teorías aleatorias que puedan explicar cómo en el continente más pobre del planeta, donde la mayor parte de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y no tiene acceso a los más mínimos servicios asistenciales, la incidencia de la gran pandemia mundial es prácticamente insignificante y el número de muertos reportados sería muy exiguo comparado con el resto de continentes.

El índice de países europeos con baja vacunación por gripe estacional, se corresponde también con los países de menor mortalidad por COVID-19. Del mismo modo, las tasas más altas de vacunación coinciden con mayor incidencia y gravedad del SARSCOV2. Tal y como muestran las gráficas extraídas de fuentes oficiales y libre acceso público.

Estonia, Letonia y Slovenia, a la cola de la vacunación de influenza estacional, se posicionan como los países Europeos con menor incidencia y mortalidad por COVID-19.

Como ya señalan numerosos estudios, algunos aquí reseñados, sería necesario un estudio más profundo que resuelva la incógnita coincidencia.

La correlación que se extrae de su comparativa es que, a grandes rasgos, el exceso de mortalidad ha sido más elevado precisamente en aquellas comunidades en las que la cobertura de la vacuna contra la gripe es más amplia.

Planes anuales de vacunación/ Residencias de ancianos

Planes de vacunación anuales en residencias de ancianos.

Las diferentes comunidades autónomas insisten en la vacunación de la población de riesgo.

Las residencias de ancianos son objetivo prioritario y la mayoría de las residencias vacunan a todos sus internos anualmente.