
En un informe publicado recientemente, la Contraloría General de la República (CGR) de Chile reveló serias irregularidades en el proceso de vacunación contra el Covid-19 durante los años 2022 y 2023. Entre los hallazgos más preocupantes se encuentran la administración de vacunas vencidas, el registro de inoculaciones a nombre de personas fallecidas y discrepancias significativas en el inventario de dosis recibidas y registradas.
Según el informe de la CGR, el Registro Nacional de Inmunizaciones (RNI) presentó 18.132 anotaciones de vacunas correspondientes a 91 lotes distintos que fueron administradas después de su fecha de vencimiento. En algunos casos, las diferencias alcanzaron hasta 903 días (casi 2 años y medio) entre la fecha de expiración del fármaco y la fecha registrada de su aplicación.
Además, se identificaron 37 dosis adicionales utilizadas en centros de salud de Lo Barnechea y La Florida, que fueron aplicadas más allá del período de 70 días que establecen los protocolos tras el descongelamiento de las vacunas, lo que también invalida su uso.
Otro punto crítico detectado por la Contraloría fue el registro de 436 vacunas aplicadas a personas que ya habían fallecido. En su revisión, se determinó que parte de estos casos se debían a errores en la digitación, mientras que otros podrían corresponder a la vacunación de ciudadanos extranjeros sin documentación, cuyos datos fueron ingresados erróneamente.
La Subsecretaría de Salud Pública cuenta con un plazo de 60 días hábiles para aclarar y corregir estos registros, entregando un informe completo y verificable.
El informe también identificó serias inconsistencias en el control de inventario de las vacunas. Se verificó que las oficinas regionales del Ministerio de Salud (Seremis) de Tarapacá, O’Higgins, Maule, Los Lagos, Aysén y Magallanes reportaron haber recibido un número mayor de dosis del que finalmente ingresaron en el sistema de control. En total, faltaban 341.082 dosis, lo que genera dudas sobre la trazabilidad del proceso.
El Ministerio de Salud (Minsal) informó que entre 2021 y 2023, 2.947.189 dosis vencieron sin ser utilizadas. Sin embargo, la CGR elevó esta cifra a 3.214.565, una diferencia de 267.376 dosis. Esta disparidad refleja fallos en la supervisión y transparencia del sistema.
Frente a la difusión del informe, el Minsal señaló que las irregularidades detectadas representan menos del 0,1% del total de las dosis administradas, que hasta diciembre de 2023 superaban los 62 millones. Atribuyeron los problemas a errores de digitación manual a nivel local, y aseguraron que no se detectaron riesgos en la seguridad de las vacunas administradas.
La ministra de Salud, Ximena Aguilera, reconoció la gravedad del informe y aseguró que se tomarán las medidas necesarias para corregir las fallas identificadas.