Sobre los artículos publicados en Periodistas por la Verdad
A lo largo de estos últimos años nuestro canal ha intentado divulgar información veraz sobre el Covid-19 y la supuesta pandemia. Esta tarea no ha sido fácil debido a la censura y la posición predominante en el mundo científico. A cualquier persona que cuestionase el relato oficial se le calificaba de negacionista. Solo había una verdad, la ofrecida por la OMS y los políticos que nos gobiernan. Las televisiones nos bombardeaban continuamente con un supuesto virus muy peligroso que nos podría matar a todos. La histeria colectiva se asentó en la sociedad. En este contexto, una visión razonada, fundamentada en los hechos probados, y por supuesto critica con la verdad establecida que nos querían imponer, era necesaria. Aquí estábamos nosotros, junto unos pocos valientes, haciendo una labor de la que difícilmente estábamos preparados, pero poniendo toda nuestra mejor voluntad en ello.
Esta página se convirtió en el altavoz de los pocos que veían algo extraño en todo lo que nos estaban contando. Todo parecía no encajar y las dudas sobre la naturaleza del COVID surgieron. Así, Isabel Blasco y unos cuantos colaboradores empezamos este proyecto. Con humildad decidimos hacer una labor divulgativa, gratuita y ajena a conflictos de intereses. No necesariamente por voluntad propia, sino por sobrevivir en unos momentos en los que nos tenían inconstitucionalmente encerrados en nuestras casas. De alguna manera teníamos que luchar contra el sistema, y nuestra única arma era la información.
En nuestra web hemos recopilado una gran cantidad de información: biología y virología, PCRs, mascarillas, confinamientos, COVID-19, protocolos hospitalarios y, posteriormente, vacunas, efectos secundarios y exceso de mortalidad etc. Por ello, consideramos conveniente realizar algunas aclaraciones al respecto. Sabemos que la ciencia no es determinista. Nunca se puede asegurar 100% un hecho, quien lo afirme seguramente le esté engañando. Creemos que el debate científico debe ser abierto a diferentes puntos de vista. Por ello, no queremos caer en los mismos errores que los Fact-Checkers realizan, y aseverar que tenemos la verdad absoluta.
Parte de la documentación recopilada en nuestra página ha sido elaborada por diferentes autores ajenos a Periodistas por la Verdad, los cuales son los responsables de sus afirmaciones. Los puntos de vista y opiniones expresados en los artículos son de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de Periodistas por la Verdad. Nuestro principal objetivo es transmitir su mensaje, y ofrecer al lector información útil. No obstante, en ningún momento pretendemos aseverar que todo nuestro contenido sea completamente cierto. Como hemos dicho, en ciencia no hay verdades absolutas. Es el lector quien debe plantear una visión crítica de la información que le ofrecemos, y a partir de ella formarse su propia opinión. Nosotros abrimos el debate, y ofrecemos nuestra página a la discusión científica. Es por lo que animamos a los usuarios de nuestra plataforma a mandarnos sus comentarios y matizaciones a los artículos que hemos publicados. Hacemos un especial llamamiento a la comunidad científica, especialmente doctores y biólogos, para que investiguen al respecto de lo ocurrido durante la declaración de pandemia y los sucesivos estados de alarma. Sabemos que la censura está presente pero no perdemos la esperanza de transmitir nuestro mensaje al mayor número de personas posible, y más importante, darles la palabra para que puedan debatir en un espacio ajeno a cualquier conflicto de intereses.
En nuestra página web encontrará información sobre biología y virología. En ella se abre un debate científico sobre el aislamiento de los virus. Nos hemos basado principalmente en el trabajo realizado por Biólogos por la Verdad, a los que consideramos un grupo amigo. Sabemos que el estudio de los temas tratados es complejo y abierto a debate, pero al mismo tiempo apasionante. Entre los temas de biología más polémicos está el correcto aislamiento de SARS-COV-2. Animamos al lector a leer los artículos publicados al respecto y formarse su propia opinión.
Un tema tratado en nuestra plataforma han sido los confinamientos y su supuesta efectividad para limitar la propagación del supuesto SARS-COV-2. Del tema hemos recopilados gran cantidad de estudios científicos que cuestionan la efectividad de estos. Si los confinamientos no eran efectivos para limitar la propagación, y dando por bueno la existencia del SARS-COV-2 ( lo cual no hacemos), ¿para qué nos encerraron en nuestras casas?, y como se demostró, siendo contrario a la Constitución Española. Miles de personas se vieron obligadas a cerrar sus negocios y perder su sustento de vida. Los efectos sobre la salud de los ciudadanos y la economía fueron devastadores. Estudios demostraron que los niños sufrieron daños cognitivos debido a las medidas tomadas. Denunciamos que se ha arruinado el sustento de muchas personas sin que haya habido un debate público y democrático sobre los pros y los contras de un confinamiento. Hubiera habido tiempo para ello y debería haberse tomado en vista las drásticas consecuencias. Mientras la mayoría de las personas daban palmas desde sus balcones, unos pocos tomamos la decisión de revelarnos e investigar al respecto.
Del tema del uso de las mascarillas encontrará varios estudios científicos. En primer lugar, se cuestiona su efectividad para evitar la propagación del supuesto virus SARS. En segundo lugar, se muestran los efectos adversos sobre la salud de sus usuarios, como hipoxia e hipercapnia. Probablemente es el tema en que más coincidamos con la opinión pública, ya que en el último año cada vez han aparecido más posiciones similares a las nuestras en los medios de comunicación generalistas. Aún así, no podemos olvidar aquellos momentos en los cuales Maldita y Newtral calificaban de bulo la información ofrecida por nuestra página.
En los últimos años hemos sufrido un aumento del exceso de mortalidad. Por ejemplo, el exceso de mortalidad en la UE aumentó a +16% en julio de 2022 desde +7 % en junio y mayo. Este fue el valor más alto registrado hasta ahora en 2022, ascendiendo a alrededor de 53.000 muertes adicionales en julio de este año en comparación con los promedios mensuales de 2016-2019. Al respecto hemos publicado varios estudios que asociación la posibilidad del exceso de mortalidad a las vacunas covid. No obstante, queremos advertir al lector de que sea prudente al interpretar los estudios incluidos en este apartado, especialmente los basados en métodos matemáticos. Somos un medio periodístico de difusión, pero no podemos responsabilizarnos de los resultados obtenidos en los estudios publicados, ya que su constatación supera con creces nuestros conocimientos. Únicamente los ofrecemos al público para su debate e interpretación. Creemos que probablemente, el exceso de mortalidad se deba a varios factores, entre los que podría estar el desmantelamiento del sistema sanitario, los confinamientos y, en base a los efectos adversos observados en las vacunas covid, no podemos descartar que las mismas hayan podido contribuir al mismo. Es un tema abierto a investigación, pero los medios oficiales y los gobiernos, en la mayoría de los casos, ignoran y se niegan a investigar.
Denunciamos que las estadísticas sobre infecciones y muertes están deliberadamente manipuladas al alza para dar la impresión de una peligrosa pandemia y se exageran las cifras. Encontrarán artículos en nuestra web sobre la presunta manipulación de datos. En cuanto al número de fallecidos atribuidos al COVID-19, se exageran las supuestas cifras de fallecidos ( las cuales defendemos que podrían estar falseadas estadísticamente). A fecha 26 de enero del 2023, las cifras oficiales contabilizan 6.8 millones de fallecidos en todo el mundo por causa de la COVID-19. No obstante, indicarles que fallecen anualmente 2.5 millones de personas en el mundo por causa de la neumonía, entre ellos 800 mil niños. 2.5 millones x tres años transcurridos = 7.5 millones; esto es, 0.7 millones más que los fallecidos por causa de la COVID-19. Por causa de enfermedades vinculadas al tabaquismo, fallecen anualmente 8 millones de personas; superando cada año por 1.2 millones, a la cifra de fallecidos por la COVID-19 en el cómputo de los tres años transcurridos.
Los protocolos hospitalarios durante la pandemia ha sido un tema fundamental en nuestra investigación. En el transcurso de nuestro trabajo hemos defendido que casi 30 mil ancianos que fallecieron en el interior de los geriátricos españoles durante la llamada primera ola de la pandemia, no llegó a su fin por causa del virus del Sars-Cov-2, sino por la de los denominados como protocolos de la vergüenza o muerte. Unos protocolos que recomendaban la administración de medicamentos contraindicados para personas que sufren de insuficiencia respiratoria, precisamente a quienes que sufrían dicha sintomatología. También estuvo presente la infección bacteriana secundaria no resuelta del pulmón ( neumonía ), que fue el factor clave de muerte en pacientes con COVID-19 . En cuanto a la desatención médica, por ejemplo, un total de 9.468 personas que vivían en residencias madrileñas murieron entre los meses de marzo y abril de 2020, durante la primera ola de la pandemia. Y de ellas, 7.291 lo hicieron sin recibir atención hospitalaria tal y como llevan años denunciando sus familiares.
En cuanto a los test PCR, ha sido bien descrito en diversos articulo a los que nos remitimos. Uno de los primeros trabajos realizados fue la revisión del informe Corman-Drosten, en la que se encontraron 10 fallas científicas importantes del test PCR a nivel molecular y metodológico. Posteriormente tratamos diferentes aspectos metodológicos de esta prueba, como puede ser el número de ciclos a los que se realizaba. Por ejemplo, hubo 550 pruebas diferentes en Alemania, pero no existe un organismo que otorgue licencias para las pruebas médicas. En principio, cualquiera puede lanzar su prueba al mercado. No sabrás lo que está probando, qué tan preciso es, y todos estos datos no se registran. Nos hemos fijado mucho en las pruebas de PCR, porque las medidas coercitivas se basan en sus resultados. SI la prueba se cae, entonces se caen los fundamentos del encierro, las cifras oficiales de fallecidos, las mas carillas y todo lo demás.
Los efectos secundarios de las vacunas COVID están ampliamente debatidos en nuestra web. En la misma encontrará estudios científicos revisados por pares y artículos de opinión de diferentes autores. En nuestra opinión, se están infravalorando dichos efectos por parte de la comunidad científica e incluso ignorándolos u ocultándolos. Es necesario mayor investigación y, por lo tanto, el debate científico está abierto a todo tipo de opiniones. Por ello, usted debe de valorar con cautela la información contenida en nuestra web. También hay que destacar que hemos incluido varias bases de datos en las que podrán buscar fácilmente estudios científicos sobre los efectos adversos de las vacunas COVID ordenados por temáticas.
En cuanto a la supuesta efectividad atribuida a las vacunas COVID, por ejemplo, nos remitimos a la conferencia de Juan Erviti en la que indica que los vacunados tenían un beneficio de un 0,75 por ciento menos de infección. Que esto en términos relativos es un 27 por ciento, casi, que sigue siendo muy bajo. Los no vacunados murieron el 0,005 y los vacunados el 0,002 por ciento. Si dividimos uno entre otro, da una eficacia del 72 por ciento. Claro, si tú dices que hay una reducción del 72 por ciento en la mortalidad, dices que esto es fantástico. Si lo que dices es por vacunarte redujiste en un 0,005 por ciento, la probabilidad de muerte, pues tampoco es tanto. Por otra parte, el estudio de Cleveland encontró un efecto protector general modesto de la vacuna bivalente contra COVID-19 mientras las cepas circulantes estaban representadas en la vacuna y una protección menor cuando las cepas circulantes ya no estaban representadas. No se encontró un efecto protector significativo cuando los linajes XBB eran dominantes. El hallazgo inesperado de un riesgo creciente con un número cada vez mayor de dosis previas de la vacuna COVID-19. Finalmente, disponemos varios estudios en el que se analiza la inmunidad natural frente al COVID. Por ejemplo, en Estonia se analizaron los datos de salud de casi 400.000 personas y se comprobó que el sistema inmunológico natural protege más eficazmente contra la infección y la hospitalización en algunas variantes de Covid. Existen diferencias en cuanto a la cepa del patógeno. Desde Periodistas por la Verdad les ofrecemos dicha información, sabiendo que son necesarios más estudios al respecto.
Queremos agradecer el apoyo recibido a todos los usuarios de nuestras plataformas. También les pedimos perdón si alguna información no resultara fidedigna. Por ello tienen nuestro email para contactarnos y ofrecernos sus puntos de vista. Tengan en cuenta la complejidad de los temas tratados y los escasos medios de los que disponemos para realizar nuestra labor. Nuestra labor es altruista y llevada a cabo por voluntarios.
Si algún Fact-Checker o persona crítica con nuestro trabajo nos lee, hemos de decirle que no somos unos negacionistas ni difusores de bulos como algunos nos quieren catalogar, sino personas que desean conocer la realidad medica sobre el COVID en base al método científico. Y menos aún un peligro de la salud pública como indica la OMS, sino defensores de esta. Solamente contrastando diferentes hipótesis puedes llegar a formarte una opinión razonada.
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Para terminar, queremos indicarles que nuestro logo contiene la siguiente frase: “no creas todo lo que piensas”. Pues ahora les animamos a pesar por ustedes mismos de forma crítica y razonada. Atrévanse a cuestionarse la realidad que les rodea sin miedo a la opinión predominante. Y como consejo, valoren información alternativa a nuestra web, ya que no buscamos tener la verdad absoluta. Planteen diferentes hipótesis a las nuestras. De esta forma, tarde o temprano, la verdad saldrá a la luz.