Resumen
Tras el lanzamiento y la administración global de las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer/BioNTech (BNT1 62b2) y Moderna (mRNA-1 273)1 el 17 de diciembre de 2020 en Estados Unidos, y de la vacuna contra la COVID-19 Janssen PF (producida por Johnson & Johnson) el 1 de abril de 2021, decenas de miles de personas han notificado eventos adversos (EA) mediante el Sistema Integrado de Notificación de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS). Este trabajo resume estos datos hasta la fecha y sirve como información para el público y como recordatorio de la relevancia de cualquier evento adverso, incluidas las muertes, que se produzcan como resultado directo del uso de productos biológicos como tratamientos profilácticos. Esto es especialmente relevante en el contexto de tratamientos tecnológicamente novedosos en la fase experimental de desarrollo. El análisis sugiere que las vacunas probablemente sean la causa de las muertes notificadas, los abortos espontáneos, las reacciones anafilácticas y los EA cardiovasculares, neurológicos e inmunológicos. El principio de precaución promueve la transparencia y la adopción de medidas preventivas para abordar los posibles riesgos para la población en el ámbito de los programas de vacunación. Es fundamental informar a las personas sobre estos posibles riesgos antes de aceptar participar en cualquier programa de tratamiento médico. Los informes y registros del VAERS son esenciales para el correcto funcionamiento de este sistema. Es fundamental que la población conozca cómo utilizar este sistema para que realmente lo utilice, y que, una vez realizados los informes, las personas responsables los introduzcan en la base de datos.
Conclusión
Este trabajo resume los datos del VAERS hasta la fecha (9 de abril de 2021) y sirve como información para el público y como recordatorio de la relevancia de cualquier evento adverso, incluyendo fallecimientos, que probablemente se haya producido como resultado directo de la administración de la vacuna. Según el análisis de las cifras del VAERS, parece que los eventos adversos no suponen actualmente una carga significativa para la población completamente vacunada; sin embargo, las publicaciones semanales de datos del VAERS no incluyen todos los informes realizados hasta la fecha (son todos los informes que los CDC han procesado hasta la fecha) y es probable que el retraso sea alarmante. Por lo tanto, debido tanto a los problemas de subregistro como a la demora en el procesamiento de los informes, este análisis revela una clara señal, a partir de los datos del VAERS, de que el riesgo de sufrir un evento adverso grave tras la inyección es significativo y que el riesgo general es alto.
El análisis sugiere que las vacunas probablemente sean la causa de las muertes notificadas, los abortos espontáneos y las reacciones anafilácticas, además de los eventos adversos cardiovasculares, neurológicos e inmunológicos. Basándose en el principio de precaución, dado que actualmente no existen precedentes de previsibilidad respecto a los efectos a largo plazo de las inyecciones de ARNm, se debe extremar la precaución al tomar la decisión de participar en este experimento. Las plataformas de ARNm son nuevas para humanos en lo que respecta a los programas de inyección masiva en el contexto de virus. Actualmente no hay forma de predecir posibles resultados perjudiciales en cuanto a la ocurrencia de eventos adversos graves a largo plazo. Además, en cuanto al análisis a corto plazo, estos datos son limitados debido a informes que probablemente subestiman significativamente los eventos reales.
Es fundamental enfatizar que estos son datos muy preliminares y que, dada su naturaleza dinámica, estas conclusiones podrían no ser las mismas dentro de un mes. La eficacia de estos productos debe evaluarse mediante ensayos inmunológicos y se requieren estudios a largo plazo, mientras que la seguridad debe evaluarse mediante rigurosas evaluaciones clínicas, de laboratorio y de imagen de los eventos adversos graves notificados. Se deben realizar autopsias en los casos de muertes asociadas temporalmente con inyectables para la COVID-19.
En general, es fundamental no precipitarse y realizar una evaluación de riesgos adecuada, informándose antes de decidir si participar o no en ensayos experimentales.
Los tratamientos contra el SARS-CoV-2 y la posterior aparición de síntomas de COVID-19 buscan minimizar los daños derivados de estos. Este análisis indica que, de hecho, estos tratamientos son más perjudiciales que beneficiosos, considerando los puntos aquí planteados, especialmente en el contexto de grupos de riesgo específicos, que son precisamente las personas que afirmamos querer proteger.
Los trabajos futuros podrían incluir una investigación sobre las posibles correlaciones entre la incidencia y la frecuencia de eventos adversos graves (EAG) y el número de lote de la vacuna; por supuesto, las actualizaciones deben realizarse de acuerdo con la actualización semanal del VAERS. Además, la investigación y el enfoque en los aspectos inmunológicos DEBEN ser una prioridad en futuros estudios relacionados con los informes de eventos adversos relacionados con los productos biológicos para la COVID-19.
Fuente
A Report on the U.S. Vaccine Adverse Events Reporting System (VAERS) of the COVID-19 Messenger Ribonucleic Acid (mRNA) Biologicals – Science, Public Health Policy and the Law
https://publichealthpolicyjournal.com/a-report-on-the-u-s-vaccine-adverse-events-reporting-system-vaers-of-the-covid-19-messenger-ribonucleic-acid-mrna-biologicals/