Esta revisión sistemática y metaanálisis están diseñados para determinar si existe evidencia empírica que respalde la creencia de que los “confinamientos” reducen la mortalidad por COVID-19. Los confinamientos se definen como la imposición de al menos una intervención no farmacéutica obligatoria (NPI). Las NPI son cualquier mandato gubernamental que restrinja directamente las posibilidades de las personas, como políticas que limitan el movimiento interno, cierran escuelas y negocios y prohíben los viajes internacionales. Este estudio empleó un procedimiento sistemático de búsqueda y selección en el que se identificaron 18.590 estudios que podrían abordar potencialmente la creencia planteada. Después de tres niveles de selección, 34 estudios finalmente calificaron. De esos 34 estudios elegibles, 24 calificaron para su inclusión en el metanálisis.
Se dividieron en tres grupos: estudios de índice de rigurosidad de confinamiento, estudios de órdenes de refugio en el lugar (SIPO) y estudios de NPI específicos. Un análisis de cada uno de estos tres grupos respalda la conclusión de que los confinamientos han tenido poco o ningún efecto en la mortalidad por COVID-19. Más
específicamente, los estudios del índice de rigurosidad concluyen que los confinamientos en Europa y Estados Unidos solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 0,2 % en promedio. Las SIPO también fueron ineficaces, ya que solo redujeron la mortalidad por COVID-19 en un 2,9 % en promedio. Los estudios específicos del NPI tampoco encuentran evidencia amplia de efectos notables en la mortalidad por COVID-19.
Si bien este metanálisis concluye que los confinamientos han tenido poco o ningún efecto en la salud pública,
han impuesto enormes costos económicos y sociales donde se han adoptado. En consecuencia, las políticas de confinamiento carecen de fundamento y deben rechazarse como instrumento de política para la pandemia.
Fuente:
A Literature Review and Meta-Analysis of the Effects of Lockdowns on COVID-19 Mortality
By Jonas Herby, Lars Jonung, and Steve H. Hanke