Los confinamientos y las vacunas no tuvieron impacto en los ‘casos’ o ‘muertes’ de covid; la estacionalidad sí

Influencia de la estacionalidad y las intervenciones de salud pública en la pandemia de COVID-19 en el norte de Europa

Abstracto

Antecedentes: La mayoría de los esfuerzos gubernamentales para controlar la pandemia de COVID-19 giraron en torno a intervenciones no farmacéuticas (INF) y vacunación. Sin embargo, muchas enfermedades respiratorias muestran tendencias estacionales distintivas. En este manuscrito, examinamos la contribución de estos tres factores a la progresión de la pandemia de COVID-19. 

Métodos: Se utilizaron coeficientes de correlación de Pearson y análisis retardados para examinar la relación entre las NPI, las vacunaciones y la estacionalidad (utilizando como indicador la incidencia promedio de beta-coronavirus humanos endémicos en Suecia durante un período de 10 años) y la progresión de la Pandemia de COVID-19 según el seguimiento de las muertes; casos; hospitalizaciones; ocupación de unidades de cuidados intensivos y tasas de positividad de las pruebas en seis países del norte de Europa (población 99,12 millones) utilizando un método de estudio ecológico, observacional y basado en la población. 

Hallazgos: Las olas de la pandemia se correlacionaron bien con la estacionalidad de los beta-coronavirus humanos (HCoV-OC43 y HCoV-HKU1). Por el contrario, no pudimos encontrar evidencia clara o consistente de que la rigurosidad de las NPI (no intervención farmacéutica) o la vacunación redujeran la progresión de la pandemia. Sin embargo, estos resultados son correlaciones y no causalidades. 

Implicaciones: Nuestra hipótesis es que la aparente influencia de las NPI y las vacunas podría ser, en cambio, un efecto de la estacionalidad del coronavirus. Sugerimos que los formuladores de políticas consideren estos resultados al evaluar opciones políticas para futuras pandemias.

Limitaciones: El estudio se limita a seis países templados del norte de Europa con variaciones espaciales y temporales en las métricas utilizadas para rastrear la progresión de la pandemia de COVID-19. Se debe tener precaución al extrapolar estos hallazgos.

Nota:

El coronavirus humano OC43 (HCoV-OC43, de Human Coronavirus OC43) es un miembro de la especie Betacoronavirus 1 que infecta a humanos y bovinos, descubierto en 1967.

El coronavirus humano HKU1 (HCoV-HKU1) es un virus ARN monocatenario de sentido positivo con el gen HE, que lo distingue como un grupo 2 o Betacoronavirus . Fue descubierto en enero del año 2005 en dos pacientes de Hong Kong .

Artículo original:

Quinn, G.A.; Connolly, M.; Fenton, N.E.; Hatfill, S.J.; Hynds, P.; ÓhAiseadha, C.; Sikora, K.; Soon, W.; Connolly, R. Influence of Seasonality and Public-Health Interventions on the COVID-19 Pandemic in Northern Europe. J. Clin. Med. 202413, 334. https://doi.org/10.3390/jcm13020334