Erin Marie Olszewski es una enfermera convertida en periodista de investigación, que ha pasado los últimos meses al frente de la pandemia de coronavirus, en el interior en dos entornos radicalmente diferentes. Dos hospitales. Uno privado, el otro público. Uno en Florida, el otro en Nueva York.
Y no cualquier hospital público de Nueva York, sino el “epicentro del epicentro”, el infame Elmhurst en el Queens de Donald Trump. Como resultado de estas experiencias diametralmente opuestas, ella tiene la última “perspectiva sobre la pandemia”. Ella ha estado donde ha habido más muertes atribuidas a Covid-19 y donde ha habido menos.
Erin se alistó en el ejército cuando tenía 17 años. Se desplegó en apoyo de la Operación Libertad Iraquí en 2003. Parte de sus funciones consistía en supervisar el desembolso de ayuda y las mejoras en las instalaciones del hospital. Recibió la Medalla de Elogio del Ejército por el servicio meritorio, y fue herida en combate. Erin finalmente se retiró como sargento y se convirtió en enfermera civil en 2012.
Erin es una defensora de la libertad médica y del consentimiento informado. Ella cofundó Florida Freedom Alliance pero ya no tiene ninguna conexión con la organización.