Carlos Ruiz Miguel
Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela
Diario La Ley, Nº 9656, Sección Tribuna, 18 de Junio de 2020,
Crisis-del-Coronavirus-y-crisis-del-Estado-constitucional-espanol.pdf
Conclusiones
La crisis del coronavirus ha sido, sin duda, una crisis extraordinaria. Pero la gestión de la misma por el Gobierno de Sánchez Pérez-Castejón ha erosionado el sistema constitucional español como nunca se había visto en España desde su establecimiento en 1978. Hasta ahora las dos crisis más graves padecidas por el régimen constitucional de 1978 fueron la del golpe militar del 23-F de 1981 y la del golpe civil separatista catalanista de septiembre-octubre de 2017. La primera fue superada en un tiempo rapidísimo restableciendo la Constitución. La segunda, con demasiada tardanza, fue atajada respetando los procedimientos y garantías constitucionales.
A diferencia de las anteriores, la crisis del coronavirus ha sido gestionada violando derechos constitucionales y paralizando, devaluando o marginando, a otros órganos previstos en la Constitución: las Cortes Generales, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional, el Consejo de Estado y el Defensor del Pueblo. Parece difícil negar que nunca antes se había asistido a un mayor ataque a los derechos fundamentales desde que entró en vigor la Constitución y que nunca antes los poderes del Estado sufrieron una interrupción tan profunda y prolongada en su funcionamiento. Sea cual sea el resultado final de esta crisis nada podrá volver a ser lo mismo para el sistema constitucional español. Una de las posibles consecuencias de la crisis puede ser la «des-constitucionalización» fáctica del sistema político español, con lo que ello puede conllevar. La otra el diseño de una reforma constitucional que trate de impedir los incumplimientos sistemáticos de la Constitución que se han constatado.
Ocurra lo que ocurra debe recordarse lo dicho por una ministra del Gobierno que ha declarado este estado de alarma, Carolina Darias: «la seguridad cero no existe» . No hay justificación que permita esgrimir el peligro de pandemia y ofrecer una «seguridad» imposible para acabar con los fundamentos de la democracia.