Comunismo, una creación Sionista. (En construcción)

Comunismo, una creación sionista.

La Revolución de Octubre (1917) abolió las leyes que consideraban a los Judíos como un pueblo fuera de la ley. Mientras que los bolcheviques se oponían a la religión, el cristianismo, así como el judaísmo, ​la postura oficial del gobierno soviético en 1934 era oponerse al antisemitismo “en cualquier lugar en el mundo” y demandó expresar “sentimientos fraternales para el pueblo judío”, elogiando las contribuciones judías hacia el socialismo internacional.

Varios miembros prominentes de las instituciones del gobierno soviético y del Partido Comunista (como León Trotski, Yákov Sverdlov, Lev Kámenev y Grigori Zinóviev, entre otros) tenían orígenes judíos. Buena parte de los altos mandos del ejército ruso era declaradamente judíos.

En 1918, el Yevséktsiya se creó para promover el marxismo, el laicismo y la asimilación judía en la sociedad soviética. El Consejo de Comisarios del Pueblo adoptó en 1918 un decreto condenando todo antisemitismo y pidiendo a los obreros y campesinos combatirlo.

Analizando los orígenes y raíces del comunismo nos encontraremos a la élite sionista en los principales puesto de mando de la creación y nacimiento del comunismo en la Unión Soviética.

* En construcción.

La Revolución de Octubre (1917) abolió las leyes que consideraban a los Judíos como un pueblo fuera de la ley. Mientras que los bolcheviques se oponían a la religión, el cristianismo, así como el judaísmo, ​la postura oficial del gobierno soviético en 1934 era oponerse al antisemitismo “en cualquier lugar en el mundo” y demandó expresar “sentimientos fraternales para el pueblo judío”, elogiando las contribuciones judías hacia el socialismo internacional.

Varios miembros prominentes de las instituciones del gobierno soviético y del Partido Comunista (como León Trotski, Yákov Sverdlov, Lev Kámenev y Grigori Zinóviev, entre otros) tenían orígenes judíos. En 1918, el Yevséktsiya se creó para promover el marxismo, el laicismo y la asimilación judía en la sociedad soviética. El Consejo de Comisarios del Pueblo adoptó en 1918 un decreto condenando todo antisemitismo y pidiendo a los obreros y campesinos combatirlo.

Aunque era sobradamente conocida la animadversión que Stalin sentía hacia el pueblo judío, durante un tiempo trató de no hacerlo demasiado evidente ni público, debido a que hubo un periodo en el que las comunidades judías de la Unión Soviética se posicionaron y dieron el apoyo al régimen comunista con el fin de fortalecer la lucha contra los nazis (una vez que Hitler decidió la invasión alemana a la URSS).

El “Comité Judío Antifascista” se creó en abril de 1942 cuatro meses después de finalizar la “Operación Barbaroja” y haber expulsado a las fuerzas fascistas de suelo soviético. Durante los tres siguientes años los miembros de este Comité fueron bien vistos y admitidos dentro de la cúpula soviética debido al enorme apoyo dado por la comunidad judía, pero una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial algunos de sus miembros empezaron a sufrir persecuciones acusados de conspirar contra el régimen estalinista e incluso hubo algún que otro extraño accidente que se saldó con el fallecimiento de individuos claves dentro del judaísmo soviético, entre ellos Salomón Mijoels (máximo dirigente del Comité Judío Antifascista) quien fue asesinado por orden de Stalin a través de funcionarios del Ministerio Soviético de Asuntos Exteriores, encubriendo el crimen como si de un accidente de carretera se hubiera tratado.

Uno de los planes de Stalin fue el de apoyar la creación del Estado de Israel “en territorio palestino”, con el fin de reforzar la marcha hacia allí de cientos de miles de judíos que residían en la Unión Soviética. Pero la migración judía hacia Israel no fue total, quedando un gran número residiendo en la URSS.

 

Berlin años 30