Los dos ambiciosos proyectos de corredores comerciales de Irak brindan a la asediada Bagdad la oportunidad de mejorar su estatus geopolítico y establecer su independencia económica.
Por Mohamad Hasan Sweidan
“El transporte marítimo es la espina dorsal del comercio internacional y de la economía mundial. Más del 80% del volumen del comercio internacional de mercancías se realiza por mar”, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Las naciones costeras tienen distintos grados de importancia económica en función de su situación geográfica. La región de Asia Occidental -desde el Mar Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico- tiene una importancia estratégica clave como puerta de entrada entre las economías de Asia y Europa. Su posición geográfica única impulsa la inversión en infraestructuras – para atraer a las principales economías a confiar en sus vías de paso, y para consolidar el papel de la región en el transporte de mercancías entre los dos continentes.
El puerto de Grand Faw
En este contexto, Irak ha puesto en marcha dos grandes proyectos destinados a convertirse en un enlace vital entre Asia y Europa y a reforzar su importancia geopolítica. El proyecto del puerto de Grand Faw, iniciado en 2010, es uno de ellos.
Situado en la costa de Al-Faw, en la provincia meridional iraquí de Basora, al norte del Golfo Pérsico, el puerto pretende ofrecer una alternativa a las rutas de tránsito tradicionales, incluido el Canal de Suez. Después de que los periódicos iraquíes empezaran a promocionar el puerto de Grand Faw como paso alternativo, causó alarma en países como Egipto, que obtiene importantes beneficios económicos del tránsito de mercancías por el de Suez.
El proyecto ha sufrido grandes retrasos debido a dificultades financieras y otros problemas. Sin embargo, en 2020, Bagdad firmó un contrato de 2.625 millones de dólares con la surcoreana Daewoo Engineering & Construction para construir la primera fase del puerto en un plazo de cuatro años.
Desde entonces, el Ministerio de Transporte iraquí ha estado trabajando en cooperación con el sector privado para acelerar la finalización del proyecto, reconociendo su importancia estratégica y económica para Irak. Según el Ministerio, se espera que el puerto comience a funcionar en 2024 y esté totalmente terminado en 2025.
Según se informa, el puerto de Grand Faw está diseñado para incluir 50 atracaderos (17 km de longitud, 25 millones de contenedores/año), 20 atracaderos no para contenedores (5 km, 50 millones de toneladas/año) 20 atracaderos para mercancías generales (5 km), un atracadero para coches (400.000 coches/año), 6 atracaderos para la exportación de petróleo (230.000 bpd) y tanques para la importación de productos petrolíferos (300.000 metros cúbicos).
Con 99 atracaderos, Grand Faw será el mayor puerto de Asia Occidental, superando al de Jebel Ali (EAU), que sólo tiene 67 atracaderos para contenedores.
El proyecto del Canal Seco
Paralelamente, Irak está trabajando en el proyecto del Canal Seco, que consistirá en ferrocarriles, autopistas y oleoductos y gasoductos para unir el puerto iraquí de Grand Faw con Europa, ya sea directamente a través de Turquía o vía Siria. Esto transformará potencialmente a Irak en un importante centro de transporte de grandes cantidades de mercancías entre Asia y Europa, y entre Oriente y Occidente.
En diciembre de 2022, la conferencia “Grand Faw Port and Dry Canal: Visiones de futuro y oportunidades de inversión” se celebró en Basora. Farhan al-Fartousi, director general de la Compañía de Puertos de Irak, se refirió al puerto y al canal como la “Ruta de la Seda” de Irak, calificándolos como los proyectos económicos y estratégicos más importantes de la región.
Fartousi subrayó que los dos proyectos cambiarán el mapa de la economía mundial, reduciendo el tiempo de tránsito de los buques que viajan desde las vías navegables de Asia Occidental y el Mar Rojo, a través del Canal de Suez, hasta Europa en 20 ó 25 días, y reduciendo los costes de transporte marítimo en decenas de millones de dólares.
Captar el interés de China
Según cálculos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington, cerca del 20% del comercio marítimo mundial y el 60% de los flujos comerciales de China se mueven por el estrecho de Malaca y el mar de la China Meridional, lo que lo convierte en la ruta marítima más importante para la economía china.
Debido a su situación geográfica, que conecta las grandes economías asiáticas de India, China, Taiwán y Filipinas con la economía mundial, el estrecho de Malaca se ha convertido en escenario de conflictos políticos y operaciones de piratería. Estos continuos inconvenientes han llevado a Pekín a buscar rutas alternativas hacia el océano Índico, con el fin de evitar el “dilema de Malaca” o el acoso a los buques en el estrecho.
En 2013, China anunció el Corredor Económico China-Pakistán (CPEC). Forma parte de la ambiciosa y multimillonaria Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) de Pekín, que une la provincia noroccidental china de Xinjiang con el puerto pakistaní de Gwadar, en el océano Índico -a sólo 400 km del estrecho de Ormuz-, mediante una red de carreteras, ferrocarriles y oleoductos para transportar mercancías, petróleo y gas.
El corredor, cuya finalización está prevista para 2030, proporciona a China una vía más corta y menos costosa para comerciar con la mayoría de los países de Asia y África. También conecta directamente a China con el Océano Índico y Asia Occidental, y reduce significativamente la dependencia de Pekín del Mar de China Meridional, que se ha convertido en una zona de conflicto entre China y varias potencias regionales e internacionales, como Japón, Filipinas y, principalmente, Estados Unidos.
Cómo se vincula Irak con la BRI
Con la llegada de mercancías al puerto de Gwadar, asomado al Mar Arábigo, Irak adquiere una gran importancia para China, que busca rutas rápidas y baratas para hacer llegar sus productos a Europa.
El puerto de Grand Faw y el Canal Seco proporcionan a Pekín una vía de paso esencial para transportar sus mercancías al Viejo Continente. Por ello, aspira a que el puerto de Grand Faw forme parte de la BRI, sobre todo porque el Canal Seco reducirá en 25 días el tiempo de llegada de las mercancías a Europa y reducirá a la mitad los costes de envío.
Entre 2005 y mediados de 2022, las inversiones chinas en Asia Occidental y los países árabes africanos ascendieron a 2,25 billones de dólares, lo que representa el 12,6% de las inversiones totales de China en el extranjero. Durante este periodo, Irak ocupó el tercer lugar entre los países que atrajeron inversiones chinas en la región.
Dado que los puertos son una ruta esencial de China hacia los mercados mundiales, Pekín expresó su interés en construir el puerto de Grand Faw en Basora. En septiembre de 2019, Irak llegó a un acuerdo con China para ayudar a garantizar los fondos necesarios, conocido como Petróleo para la Reconstrucción.
El acuerdo establecía un fondo en el que Irak depositaría los ingresos de 100.000 barriles de petróleo vendidos diariamente a dos empresas chinas, mientras que el resto provendría de préstamos de bancos chinos con un límite de 10.000 millones de dólares.
Pero el acuerdo, que debía durar 20 años, se archivó debido a las amplias protestas iraquíes que estallaron un mes después, la pandemia mundial, la caída de los precios del petróleo y el retraso de Bagdad en aprobar el presupuesto para 2020.
Algunas facciones políticas iraquíes han acusado al ex primer ministro Mustafa Al Kadhimi de inclinarse demasiado hacia Estados Unidos y sus aliados -a expensas de China- y de plegarse a las exigencias de Washington para rechazar el acuerdo con China. Su campaña se intensificó después de que el gobierno de Kadhimi seleccionara en diciembre de 2020 a la empresa surcoreana Daewoo Engineering and Construction Company para construir el puerto de Grand Faw.
Un corredor para el tránsito de energía
Tras el estallido de la guerra OTAN-Rusia en Ucrania, Europa decidió reducir su dependencia de las fuentes de energía rusas, especialmente del gas natural licuado (GNL). Qatar, que cuenta con las terceras mayores reservas de gas del mundo, se convirtió en la opción más destacada para sustituir al gas ruso, pero su elevado coste debido a los gastos de transporte siguió siendo un reto.
A largo plazo, con la finalización de la construcción del puerto de Grand Faw y del Canal Seco, Irak puede convertirse en una ruta de tránsito esencial para el gas qatarí hacia Europa a través de Turkiye. La distancia de transporte de Qatar a Europa se reducirá considerablemente si se adopta el corredor de tránsito iraquí, lo que abaratará notablemente los costes. Sin embargo, para ello es necesario un acuerdo entre ambos países para conectar el gas qatarí a los gasoductos iraquíes y establecer estaciones receptoras del gas qatarí dentro de Irak.
Relaciones con los kurdos
Asimismo, el Canal Seco es un importante paso para el transporte de petróleo y gas iraquíes a Europa. Incluye oleoductos desde Al-Faw, en el sur de Irak, hasta la frontera turca en el norte, pasando por la región del Kurdistán, y luego hasta la frontera siria. Así, el Canal permite a Irak entregar su petróleo y gas a Europa, ya sea directamente a través de Turkiye o de Siria.
Según las actas de la citada conferencia sobre el puerto de Grand Faw, celebrada en Basora a finales del año pasado, “la oportunidad de conectar a través de la región del Kurdistán parece más realista que a través de Siria”. Sin embargo, para que Europa pueda beneficiarse de los recursos energéticos iraquíes, primero deben resolverse los innumerables problemas entre el gobierno central de Bagdad y el Gobierno Regional del Kurdistán (GRK).
El acercamiento entre Erbil y Bagdad permitirá a Irak aumentar su producción energética mediante inversiones en el Kurdistán iraquí, y se reflejará en un descenso de los precios del petróleo. La región del Kurdistán cuenta además con reservas probadas de gas de más de 25 billones de pies cúbicos, equivalentes al 20% del total de las reservas probadas de gas de Irak.
En este caso, Irak, que actualmente importa de Irán entre el 30 y el 40 por ciento del gas que necesita, puede reducir su dependencia invirtiendo en los yacimientos de gas del Kurdistán y exportando gas a Europa a través del Canal Seco de Turquía.
La posición geopolítica de Bagdad
Tal vez esto explique la reciente actividad de Amos Hochstein, Coordinador Especial de Estados Unidos para Infraestructuras Mundiales y Seguridad Energética, que visitó Bagdad a mediados de enero para reunirse con el Primer Ministro iraquí, Mohammed Al Sudani. Hochstein también habló por teléfono con el Primer Ministro de la Región del Kurdistán, Masrour Barzani, durante la cual, según se informa, acordaron la necesidad de eliminar todos los obstáculos al desarrollo del sector energético de Irak.
Aunque el Canal Seco y el puerto de Grand Faw ofrecen oportunidades para que Irak impulse su posición geopolítica, los desafíos internos, como la mala gestión y la división política, y los externos, como la competencia inversora entre China y Estados Unidos, presentan obstáculos para el éxito.
Aunque los proyectos suponen una amenaza para algunos países de la región, ofrecen beneficios para otros como Irán, Turquía, Qatar y Siria. Irán, por ejemplo, ha manifestado su interés en unir sus ferrocarriles al canal para aprovechar las oportunidades comerciales. A pesar del impacto potencial en la economía iraquí y en las relaciones con otros países, los retos no serán fáciles de superar.
Fuente:
Mohamad Hasan Sweidan, en The Cradle: Iraq’s Silk Road: Port and canal project set to transform Baghdad’s geopolitical clout in West Asia and Europe.
Visto en https://www.mentealternativa.com/