La dirección regional de la OMS en Europa ha publicado un manual titulado “Investigación cualitativa rápida para mejorar el consentimiento para la vacunación contra el covid-19” (*). El manual explica que los distintos países europeos hayan aplicado la misma estrategia de vacunación al mismo tiempo.
Lo que cabía esperar de una organización dedicada a la salud es que debería bastar con exponer la capacidad de las vacunas para prevenir ciertas enfermedades. Pero no es así. No se trata de informar a la población europea sino de una tarea puramente publicitaria, es decir, de vender una mercancía.
El documento no se dirige, pues, a las personas sino a los gobiernos, para que persudan a los reticentes: “Esta herramienta cualitativa proporciona una guía paso a paso sobre cómo diseñar y llevar a cabo una investigación cualitativa de análisis rápido con diferentes grupos objetivo para entender sus barreras y factores de impulso para la vacunación contra el covid-19. Esta información puede ser utilizada para el desarrollo de intervenciones específicas para el grupo objetivo con el fin de lograr la vacunación contra el covid-19. Aunque el documento se centra en la vacunación contra el covid-19, el enfoque rápido descrito puede utilizarse para cualquier programa de vacunación.
Los gobiernos deben actuar preferentemente contra aquellos reticentes, a los que califica como “grupos objetivo” de la publicidad. Se trata de vencer las dudas y resistencias que plantean.
Para ello los gobiernos deben crear “grupos de trabajo” capaces de dirigir la campaña de vacunación e identificar a los “grupos objetivo”, entre los que hay que seleccionar algunas “muestras cualitativas” para conocer los motivos de sus reticencias.
A este respecto, la OMS muestra algunos ejemplos. Uno de ellos son los trabajadores sanitarios que se someterán a la vacunación y otro los que están fuera del sistema sanitario.
La OMS propone organizar grupos de discusión con las “muestras cualitativas” para identificar las reticencias. La guía detalla incluso el esquema de las reuniones, así como los temas y las preguntas que se abordarán. Una de ellas es: “¿Cómo perciben sus colegas las vacunas?”, que puede convertir a la “muestra” en denunciante de sus compañeros de trabajo.
La OMS también recomienda obtener la aprobación de un “comité ético independiente”. No basta, pues, con identificar las preguntas sino que se deben proponer las respuestas, que deben aparecer respaldadas por “expertos” o “intermediarios influyentes”.
(*) https://www.slideshare.net/slideshow/embed_code/key/tZRBN9xKQO4ugM
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