La dictadura comunista china bajo el régimen de Xi Jimping ha establecido más de 1.300 campos de detención en los que los supervivientes han informado de que han sido sometidos a adoctrinamiento político y antirreligioso, torturas, palizas y trabajos forzados.
China también encabeza la lista de países con mayor número de periodistas encarcelados. De los 220 reporteros que permanecen en prisión en 32 países, más de 40 han sido condenados por el régimen de Pekín. Tan elevado número, doce más que en 2013, pone de manifiesto la creciente represión ordenada por el presidente Xi Jinping para acallar a la oposición civil, que también se ha extendido a los abogados defensores de los derechos humanos y a los colectivos sociales y ONG. Por delante de Irán, Eritrea, Etiopía, Vietnam y Siria, el régimen de Pekín mantiene a la sombra al mayor número de informadores del mundo.
Las estrechas relaciones del presidente Xi Jinping con Bill Gates se consolidan a través del ambicioso proyecto Terra Power, un reactor nuclear de última generación ubicado en Xiapu, China, que cuenta con la participación de la China National Nuclear Corporation.
Censura y control de la información
De los más de 220 reporteros que, según el Comité Para la Protección de los Periodistas, se pudrían entre rejas a finales del año pasado, 44 estaban en China. Tan elevado número, doce más que en 2013, pone de manifiesto la creciente represión ordenada por el presidente Xi Jinping para acallar a la oposición civil, que también se ha extendido a los abogados defensores de los derechos humanos y a los colectivos sociales y ONG. Por delante de Irán (30), Eritrea (23), Etiopía (17), Vietnam (16) y Siria (12), el régimen de Pekín mantiene a la sombra al mayor número de informadores del mundo.
https://www.abc.es/internacional/20150907/abci-china-mayor-carcel-periodistas-201509071133.html
Si algo define a China es la oscuridad. El control sobre la circulación de información es tan eficiente que es muy difícil saber con precisión qué sucede en su interior. Lo que se sabe es, muchas veces, lo que el gobierno pretende que se sepa.
El uso de las ejecuciones como castigo y como estrategia de control social está muy arraigado en China. Por la opacidad imperante no hay cifras certeras, pero Amnistía Internacional sostiene que cada año son sentenciadas a muerte miles de personas, más que en cualquier otro país. Lo novedoso es su utilización como herramienta diplomática.
A este fenómeno se suma otro, que viene en aumento: las desapariciones forzadas, que increíblemente son legales en el peculiar entramado institucional chino. Estas innovaciones forman parte de la cara menos conocida de la era Xi Jinping, que además de modernizar y hacer más eficiente al régimen, lo está volviendo aún más autoritario.
Limpiezas étnicas y campos de concentración en China
La Haya, 6 jul (EFE).- Abogados representantes de la minoría musulmana uigur en el exilio presentaron este lunes un escrito en la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente de China, Xi Jinping, y otros altos funcionarios de Pekín por supuestos crímenes de lesa humanidad.
Según el documento entregado en La Haya, víctimas uigures habrían sido deportadas desde Tayikistán y Camboya hacia Sinkiang, al noroeste de China, donde habrían sufrido asesinatos, encarcelamientos forzados, torturas y matrimonios forzados, entre otros crímenes de lesa humanidad.
Entre 900.000 y 1,8 millones de uigures y otras minorías étnicas han sido encarcelados en Xinjiang, la provincia del extremo noroeste de China. El gobierno chino ha establecido más de 1.300 campos de detención en los que los supervivientes han informado de que han sido sometidos a adoctrinamiento político y antirreligioso, torturas, palizas y trabajos forzados.
Transparencia informativa respecto al SARS COV2
Xi Jinping dijo que dio instrucciones para combatir el virus el 7 de enero y ordenó la cuarentena que comenzó el 23 de enero de las ciudades en el epicentro del brote.
La confianza en el enfoque del Gobierno ante otros brotes anteriores sigue rota después de la epidemia de SARS de 2002 y 2003, que se cubrió durante meses. Las autoridades de Hubei y Wuhan enfrentaron furia pública por su manejo inicial de la epidemia. La ira alcanzó su punto máximo a principios de este mes tras la muerte de Li Wenliang, un joven médico que fue reprendido por la policía local por intentar difundir una advertencia sobre el virus. Terminó muriendo por la enfermedad él mismo.
Una investigación del Servicio Federal de Inteligencia alemán aseguró que el presidente de China, Xi Jinping, pidió en persona al director de la OMS que ocultara información acerca el Covid-19.
Las acusaciones fueron publicadas este fin de semana por el diario alemán Der Spiegel, citando el informe conocido como “Bundesnachrichtendienst”.
https://www.soy502.com/articulo/presidente-china-pidio-oms-ocultar-informacion-covid-100586
El día que China alertó oficialmente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la existencia de una neumonía de origen desconocido, obligó a la plataforma de discusión WeChat a suprimir un gran número de palabras clave que aludían a la epidemia. Es solo un ejemplo de la censura ejercida por Pekín durante la crisis del coronavirus, un control de la información que, según Reporteros Sin Fronteras (RFS), contribuyó a la expansión del SARS-CoV-2, el nuevo virus que ha infectado a cerca de 400.000 personas en todo el mundo.
https://elpais.com/elpais/2020/03/24/hechos/1585063368_490254.html
“Un médico en Wuhan contó que las autoridades sanitarias le dijeron que sería castigado por la ley si revelaba su experiencia, y si se le acusaba de espionaje, se le podría imponer la pena de muerte. Las instituciones académicas de la ciudad intentaron mantener registros del virus y el tratamiento de la infección, pero las autoridades obligaron a cancelar el plan”, asegura Kyodo según sus fuentes cercanas a organizaciones médicas y autoridades en Wuhan.
https://www.elmundo.es/internacional/2020/11/27/5fc0c4c521efa0755f8b45b8.html
Relaciones con la OMS
La Organización Mundial de la Salud debería cambiar su nombre de OMS a OCS: ‘Organización China de la Salud’. Ese nombre sería más apropiado”. El viceprimer ministro japonés, Aso Taro, estallaba así durante una reciente sesión parlamentaria.
Apreciamos la seriedad con que China se está tomando este brote, especialmente el compromiso del alto liderazgo chino y la transparencia que han demostrado”, aseguró. Tedros Adhanom Ghebreyesus mostraba así un respaldo sin fisuras a la gestión del Partido Comunista, pese a las crecientes denuncias de descontrol, represión y opacidad en los primeros compases de la crisis.
La crisis económica a causa del coronavirus en el mundo no está afectando en lo más mínimo al Partido Comunista Chino. Más bien resulta lo contrario. El PIB chino ha crecido un 3,2% interanual durante el segundo trimestre, siendo el único país que ha visto aumentar su economía.
Xi Jinping, presidente de la República Popular China, se congratula mientras Occidente agoniza. La culpabilidad de China, que ocultó el coronavirus cuando Taiwan dio el aviso de que se transmitía de persona a persona el 31 de diciembre, es una realidad innegable.
El mismo Tedros Adhanom, líder de la Organización Mundial de la Salud, un marxista amigo de China acusado de ocultar las epidemias del cólera en Etiopía, hizo caso omiso a las advertencias de las autoridades taiwanesas y se congració, como era de esperar, con el Partido Comunista.
El país asiático desvela un correo que mandó en diciembre a la OMS en el que alertaba de que el coronavirus se transmitía a los humanos. Funcionarios de Taiwán notificaron por escrito a la OMS que habían detectado una “neumonía atípica” en pacientes de Wuhan, pero las autoridades de la organización de Naciones Unidas desoyeron la alerta y, por supuesto, no la comunicaron a terceros países. El conflicto llega sobre todo por razones políticas: Taiwán no es miembro de la OMS porque China veta su entrada en la organización.
Tweet de la OMS publicado el 14 de Enero de 2020, asegurando que el virus SARSCOV2 no se transmitía entre humanos según informaban las autoridades chinas:
Relaciones con Bill Gates
TerraPower, una compañía estadounidense de diseño de reactores nucleares presidida por el cofundador de Microsoft, Bill Gates, está buscando construir un nuevo modelo llamado reactor de onda móvil (TWR, por sus siglas en inglés) con la estatal China National Nuclear Corp.
Las dos entidades establecieron una empresa conjunta en noviembre. Gates dijo que la nueva tecnología nuclear es de gran importancia para el futuro de la energía, garantizando un suministro de energía limpio, seguro y confiable: “Estamos dispuestos a convertir visiones comunes en realidad con una actitud abierta», dijo en su reunión de noviembre con el presidente chino.
TerraPower dice que su objetivo es «lograr el arranque de su reactor prototipo TWR a mediados de la década de 2020, seguido de la implementación comercial global
En septiembre de 2015, TerraPower firmó un acuerdo con la Corporación Nacional Nuclear de China de propiedad estatal para construir un prototipo de unidad de reactor de 600 MWe en Xiapu, provincia de Fujian, China, de 2018 a 2025. [2] Las centrales eléctricas comerciales, que generan alrededor de 1150 MWe, se planearon para fines de la década de 2020. [3] Sin embargo, en enero de 2019 se anunció que el proyecto había sido abandonado debido a las limitaciones de transferencia de tecnología impuestas por la administración Trump.
El presidente chino, Xi Jinping, respondió a una carta de Bill Gates para darle las gracias a la Fundación de Bill y Melinda Gates por su donación de 100 millones de dólares a las organizaciones del país asiático que trabajan para combatir el coronavirus, informó RT.
«Agradezco profundamente la acción de generosidad de la Fundación de Bill y Melinda Gates y su carta de solidaridad con el pueblo chino en un momento tan importante», escribió el mandatario.
A principios de enero, Gates envió una carta en la que informaba que su fundación había asignado 100 millones de dólares para fondos de emergencia, la mayoría de los cuales iban a ir destinados a ayudar a China en el estudio epidemiológico, intervenciones urgentes y el desarrollo de tratamientos y métodos de diagnóstico del covid-19, que ya ha provocado más de 2.300 víctimas mortales a nivel mundial.
Desde hace tiempo la relación de Bill Gates con China es cuando menos sospechosa. Ya en el año 2006 el coqueteo entre las partes era notorio, en ese momento el diario oficial estatal del Partido Comunista de China, People’s Daily, nombraba al empresario como uno de los extranjeros más influyentes en China, junto a nombres como Karl Marx, Nikita Khrushchev, entre otros.
En el año 2009 Gates habría hecho su primer viaje oficial a China para trabajar en reactores de onda viajera.
En el año 2010, Gates repite la visita al gigante asiático, esta vez viaja en compañía del otro multimillonario, Warren Buffet. Ya para 2012, Gates había fundado Terrapower, empresa que empezó a colaborar con científicos chinos para la creación de reactores de cuarta generación.
Ya en el 2013, en su blog personal escribía elogios para Xi Jinping: Había asistido una vez antes, en 2007, pero estaba particularmente feliz de ir este año porque el nuevo presidente de China, Xi Jinping, asistiría». En el año 2015, Xi Jinping visitó la ciudad de Seattle, hogar del empresario, para sellar el acuerdo nuclear, todo parecía bien encaminado.
Ya para el año 2017, Bill Gates concedió una entrevista para el diario estatal del Partido Comunista de China en la que decía estar «impresionado» con lo duro que trabaja Xi Jinping: «Nuestra fundación está creando un moderno centro de desarrollo de medicamentos en Beijing, que es totalmente de vanguardia. Vamos a hacer algunas nuevas drogas fantásticas. Y China ya tiene muchas drogas interesantes, particularmente para cosas como la malaria. Pero aquí vamos a descubrir nuevas drogas de última generación. Estoy impresionado con lo duro que trabaja el presidente Xi».
Ese mismo año, en una lectura en la Universidad de Pekin, el empresario habló del escepticismo de muchos países sobre los «beneficios de la globalización» y a su vez afirmó que China era el mejor lugar para los jovenes ambiciosos. Esto abre paso a una gran pregunta: es China, un país totalitario dominado por una tiranía comunista, ¿un mejor lugar de desarrollo para jóvenes que Dinamarca, Alemania, Suiza o el propio Estados Unidos?
https://panampost.com/emmanuel-rincon/2020/05/04/bill-gates-china-coronavirus/
Inversiones en América Latina
Sobre un cimiento de inversiones, préstamos y proyectos de infraestructura consolidado durante la última década y media, China despliega ahora en América Latina una política destinada a ganar influencia política y afianzar su presencia en la región. La estrategia es novedosa porque apunta hacia ámbitos menos convencionales que el económico, donde, por los incentivos que ofrece China, parte casi siempre con ventaja. El rastro de la nueva política es ya perfectamente visible, ya que Pekín está vinculándose activamente con el mundo académico, los medios de comunicación, el mundo de la cultura y la clase política en buena parte de los países del continente.
El modelo se centra, por un lado, en la cooperación transversal entre universidades, think tanks, medios de comunicación, partidos políticos e instituciones diversas a ambos lados del Pacífico; y, por otro, en la promoción de la cultura china y en los programas de intercambio con influyentes figuras latinoamericanas, una variante diplomática que Pekín considera inofensiva, pero que sus críticos ven como una perversa captación de las élites locales con el objetivo de ganar su voluntad y afecto.
En el ámbito periodístico, China ha cerrado en los últimos dos años acuerdos de colaboración y coproducción con diversos grupos mediáticos públicos y privados de la región, tanto audiovisuales como escritos. Entre otros, la agencia china Xinhua selló en Argentina alianzas con distintos grupos de comunicación próximos al kirchnerismo, mientras el gigante televisivo China Global Television Network (CGTN) hizo lo propio con Grupo América, la segunda corporación argentina del sector. Una alianza similar a la que CGTN tiene también en Venezuela con Telesur y en Perú con IRTP, la corporación estatal de radio y televisión peruana.
https://elpais.com/internacional/2018/09/05/actualidad/1536140903_256867.html