Un tribunal civil en Asti, Italia, ha dictado una sentencia de primer grado que reconoce un nexo de causalidad entre la vacunación contra la COVID-19 con Comirnaty (Pfizer-BioNTech) y el desarrollo de mielitis trasversa severa en una mujer de 52 años, ordenando al Ministerio de Salud el pago de una indemnización mensual.
El Tribunal Civil de Asti, en fecha 26 de septiembre de 2025, reconoció formalmente la relación entre la vacunación contra la COVID-19 y un daño neurológico grave en una mujer residente en la provincia de Cuneo, Italia. La afectada había recibido dos dosis de la vacuna Comirnaty, los días 7 y 28 de abril de 2021, y posteriormente desarrolló mielitis trasversa que le impide caminar de manera autónoma.
Durante el proceso, el tribunal contó con peritajes de dos especialistas médicos, Agostino Maiello y Stefano Zacà, quienes evaluaron la documentación clínica y concluyeron que existía un nexo de causalidad con la vacunación. La valoración incluyó informes hospitalarios que indicaban que no era posible excluir un papel desencadenante de la vacuna en la aparición de la enfermedad.
La sentencia establece que el Ministerio de Salud debe abonar a la mujer aproximadamente 3.000 euros mensuales, con pagos bimestrales, bajo el mecanismo previsto por la Ley 210/1992 y sus modificaciones aplicadas a la vacunación contra SARS-CoV-2. Este tipo de indemnización se concede sin necesidad de demostrar culpa o negligencia, y se centra en la reparación económica por daño permanente.
El tribunal fundamentó su decisión en tres elementos principales: la proximidad temporal entre la vacunación y la aparición de los síntomas, los informes periciales que evaluaron la causalidad y estadísticas de la Agencia Italiana del Fármaco (AIFA) sobre casos de mielitis trasversa registrados tras vacunaciones con vacunas mRNA.
Este caso se suma a otras sentencias recientes en Italia que aplican la Ley 210/1992 a vacunaciones contra la COVID-19, permitiendo la compensación de daños graves. Aunque la sentencia representa un paso significativo, es de primer grado y podría ser apelada, por lo que aún no constituye un precedente firme de instancia superior.
La resolución del Tribunal de Asti refleja que, dentro del marco legal italiano, los ciudadanos que experimenten efectos adversos graves tras vacunaciones pueden acceder a mecanismos de indemnización estatal, siempre que se cumplan los criterios de la ley y de evaluación pericial. El fallo resalta la existencia de procedimientos específicos para reconocer y reparar daños graves dentro de las políticas de salud pública.

