Resumen
El síndrome posvacunal ha cobrado recientemente relevancia en la comunidad científica, pero su reconocimiento formal sigue siendo difícil de alcanzar. Esta afección, caracterizada por síntomas prolongados similares a la COVID persistente, afecta a un pequeño porcentaje de personas vacunadas. Reconocer el síndrome posvacunal es crucial para garantizar que las personas afectadas reciban una compensación, atención y financiación para la investigación adecuadas. Sin este reconocimiento, estos pacientes se enfrentan a importantes obstáculos para acceder a la atención médica y la justicia, desplazándose por un sistema que no está preparado para atender sus necesidades. El síndrome se presenta con síntomas como disautonomía, malestar post-esfuerzo, fatiga, dolor neuropático y alteraciones cognitivas, que se solapan con síndromes como la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica, el síndrome ortostático postural y la neuropatía de fibras pequeñas. La falta de reconocimiento formal y el escaso desarrollo de diagnósticos dificultan la financiación de la investigación, el desarrollo de tratamientos y los procesos de compensación, dejando a los pacientes sin apoyo. Abordar el síndrome posvacunal requiere desarrollar criterios diagnósticos rigurosos, aumentar la financiación de la investigación y mejorar los sistemas de compensación para garantizar que las personas afectadas reciban la atención y el apoyo adecuados.
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