Los pagos de las farmacéuticas y la industria alimentaria a las asociaciones nacionales de pediatría: cuando la opacidad manda

Por ÁNGELA BERNARDO

La Asociación Española de Pediatría recibió en 2023 más de medio millón de euros entre donaciones y prestaciones de servicios. Mientras que las transferencias de las farmacéuticas se pueden consultar, aunque con dificultades, la opacidad con el dinero que reciben de la industria de alimentación y bebidas es absoluta.

En 2023, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recibió más de 294.000 euros por “prestaciones de servicios” y 210.000 euros en “donaciones”, cantidades superiores a los cerca de 201.000 euros obtenidos a través de las cuotas de sus afiliados, según su última memoria anual. Aunque la AEP presume de mantener “un alto estándar ético y de transparencia”, en su informe se limita a mostrar su “más sincera gratitud” a la industria por apoyar y colaborar en “la formación” de pediatras, “la investigación en pediatría” y “la divulgación de información importante sobre salud infantil”. Pese a que su marco ético dice que la relación “responsable y transparente” entre las sociedades y la industria “es clave”, la AEP no detalla la identidad de sus donantes ni especifica el tipo de prestaciones de servicios -por ejemplo, poner el logo en productos infantiles- o el concepto de las donaciones recibidas.

Saber quiénes financian desde el sector privado a las sociedades médicas y científicas resulta bastante complicado. Aunque la industria farmacéutica revela los pagos a organizaciones y profesionales sanitarios, en España no existe normativa sobre el tema ni una base de datos única y centralizada, como sí ocurre en otros países. Para conocer los posibles vínculos económicos, hay que ir analizando la información que publica cada laboratorio de manera individual, y, en muchas ocasiones, en formatos poco accesibles.

Así sabemos, por ejemplo, que en 2016 la Asociación Española de Pediatría recibió más de 208.000 euros en donaciones de las farmacéuticas GlaxoSmithKline (GSK)Pfizer y Viñas, una cantidad superior a la que obtuvo su propia fundación, conocida como Fundación Española de Pediatría, que consiguió 146.000 euros en 2016, desembolsados solo por Pfizer. En 2023, la AEP y su Fundación recibieron por parte de GSK 14.429,25 y 262.076,80 euros respectivamente. Por parte de Pfizer, solo se recoge un pago de 443.984 euros a “Fundación Asociación Española de Pediatría”, por lo que no sabemos si corresponde a la Fundación, a la Asociación o a ambas.

La opacidad es mayor cuando hablamos de otros sectores, como el de la alimentación o el de la puericultura, pues estas transferencias no suelen hacerse públicas

La opacidad es mayor cuando hablamos de otros sectores, como el de la alimentación o el de la puericultura, pues estas transferencias no suelen hacerse públicas. Hace casi una década, no obstante, la Asociación Española de Pediatría publicó por primera -y última- vez un informe sobre transparencia, a partir del cual se conoció que había obtenido 555.500 euros por autorizar el uso de su logotipo a diferentes compañías de alimentación y bebidas, productos infantiles y farmacéuticas. Tiempo después, El Salto desveló que la Asociación Española de Pediatría había cobrado entre 2013 y 2017 cerca de 2,3 millones de euros de diferentes empresas, datos que no han vuelto a actualizarse. La AEP tampoco ha querido responder a las preguntas formuladas por Civio sobre el detalle de sus ingresos anuales ni acerca de sus conflictos de intereses.

Esta falta de transparencia no resulta única ni excepcional. En España, la otra gran organización de especialistas en este ámbito, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), ha contestado a Civio remitiéndose a los informes que anualmente publica la industria farmacéutica sobre las llamadas transferencias de valor, pero sin aportar más detalles. Estos documentos han permitido a Civio confirmar que la AEPAP recibió en 2023 pagos de GSK y Pfizer que superaron los cuarenta mil euros, mientras que la fundación relacionada con esta segunda entidad, llamada Fundación Pediatría y Salud, obtuvo cerca de veinte mil euros, cantidades muy inferiores a las conseguidas por la fundación de la AEP durante el año pasado.

Aunque los vínculos financieros de la AEPAP parecen menos intensos, al menos por lo que se deduce de los informes de GSK y Pfizer, su falta de transparencia resulta más que evidente. Así, las memorias anuales de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria no hacen siquiera referencia a las cuentas o a sus posibles conflictos de intereses, limitándose a desglosar las actividades en las que dicha organización participa, aunque, como la AEP, dispone de un código ético que aborda esta problemáticaEsta opacidad también es la tónica habitual en otros países europeos, como Irlanda, Italia, Polonia, Portugal y República Checa, donde tampoco se dan a conocer en detalle los vínculos entre las asociaciones nacionales de pediatría y la industria, según una investigación liderada por Civio a través de la Red Europea de Periodismo de Datos (EDJnet).

Tras realizar una decena de solicitudes, la mayoría de organizaciones consultadas se amparan en que las leyes de transparencia no les afectan y, por tanto, no tienen la obligación de detallar sus relaciones financieras con el sector privado. Pero también hay excepciones: en Hungría, por ejemplo, la asociación de pediatría confirma haber recibido transferencias de compañías como Pfizer, GSK y Biogia Kft, algo que no sucedió en Eslovaquia, donde su organización nacional de pediatras niega haber recibido financiación de la industria farmacéutica y alimentaria durante el periodo consultado. La Sociedad Alemana de Medicina Infantil y Juvenil (DGKJ, por sus siglas en alemán) asegura que su financiación procede mayoritariamente de las cuotas de sus más de 19.000 asociados, aunque también reciban un importe menor de la industria, sobre todo en patrocinios de sus congresos. Por su parte, la Asociación Profesional de Pediatras (BVKJ, en alemán) va un paso más allá pues sí ha facilitado a EDJNet el desglose de las farmacéuticas, como Pfizer, Orphalan, GSK o Sanofi-Aventis, que han financiado sus seminarios y congresos de 2022 y 2023, incluyendo las transferencias recibidas en total, que ascendieron a más de 50.000 euros.

Este  artículo fue publicado originariamente por https://civio.es/.Lea el original.