“Nos mintieron”: Gustavo Salle exige respuestas sobre la gestión del COVID-19

La gestión de la pandemia de COVID-19 sigue siendo un tema de debate en Uruguay, especialmente tras la solicitud del diputado Gustavo Salle de crear una comisión investigadora para analizar las decisiones del gobierno de Luis Lacalle Pou. La propuesta, sin embargo, fue rechazada en el Parlamento, lo que generó fuertes críticas y avivó la discusión sobre la transparencia en el manejo de la crisis sanitaria.

El diputado Gustavo Salle, del partido Identidad Soberana, presentó una moción para investigar la gestión de la pandemia, argumentando que el gobierno no fue transparente en la compra de vacunas y en la farmacovigilancia. Según Salle, la pandemia fue una “plandemia” y las decisiones tomadas por las autoridades deberían ser sometidas a un mayor escrutinio público.

Entre los puntos centrales de su denuncia se encontraban la falta de información sobre los contratos con las farmacéuticas, el control de los efectos adversos de las vacunas y el manejo de los recursos sanitarios durante la crisis. La propuesta generó división en el ámbito político y en la opinión pública.

A pesar de los argumentos presentados, la comisión preinvestigadora decidió rechazar la solicitud de Salle. Tanto el oficialista Partido Nacional como el Frente Amplio votaron en contra, señalando que la denuncia carecía de fundamentos científicos y legales sólidos.

El Partido Nacional argumentó que el gobierno actuó con base en la información disponible en ese momento y que su respuesta fue acorde a la emergencia sanitaria. Por su parte, el Frente Amplio coincidió en que, aunque hubo errores en la gestión de la pandemia, la prioridad ahora debería ser la reconstrucción económica y social del país, en lugar de abrir investigaciones que podrían generar inestabilidad.

Desde Identidad Soberana, en cambio, sostienen que la negativa a investigar demuestra la falta de voluntad política para esclarecer posibles irregularidades. Según Salle, los partidos mayoritarios buscan encubrir decisiones cuestionables y evitar que salgan a la luz detalles sobre la compra de vacunas y los contratos con laboratorios.

El rechazo a la comisión investigadora ha despertado diversas reacciones. Por un lado, algunos sectores consideran que la iniciativa de Salle forma parte de una estrategia para ganar relevancia política y captar el apoyo de ciudadanos descontentos con la gestión de la pandemia. Por otro lado, sus seguidores sostienen que el rechazo parlamentario confirma que hay información que el gobierno prefiere mantener oculta.

Este episodio ha reavivado el debate sobre la transparencia en las decisiones gubernamentales y el control que debe ejercer el Parlamento sobre la gestión del Ejecutivo. Mientras algunos defienden que la negativa a investigar es una decisión basada en la falta de pruebas concretas, otros ven en ella una muestra de opacidad y encubrimiento.

Más allá de las posturas políticas, la negativa a crear una comisión investigadora plantea interrogantes sobre la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de una crisis sanitaria sin precedentes. La investigación habría permitido esclarecer aspectos clave, como los criterios utilizados para la compra de vacunas, la gestión de los efectos adversos y el manejo de los recursos sanitarios.

Además, una comisión de este tipo habría contribuido a generar confianza en la ciudadanía al demostrar que el gobierno está dispuesto a someter sus decisiones al análisis y la evaluación pública. La transparencia es un pilar fundamental en cualquier democracia, y evitar una investigación solo alimenta la sospecha de que hay información que se busca ocultar.