Guerra Cognitiva. François du Cluzel

Como se escribió en el documento Warfighting 2040, la naturaleza de la guerra ha cambiado. La mayoría de los conflictos actuales se mantienen por debajo del umbral de la definición tradicionalmente aceptada de guerra, pero han surgido nuevas formas de guerra, como la guerra cognitiva (CG), mientras que la mente humana ahora se considera un nuevo dominio de la guerra.

Con el creciente papel de la tecnología y la sobrecarga de información, las capacidades cognitivas individuales
ya no serán suficientes para garantizar una toma de decisiones informada y oportuna, lo que lleva al nuevo concepto de guerra cognitiva, que se ha convertido en un término recurrente en la terminología militar en los últimos años.

La guerra cognitiva causa un desafío insidioso. Altera las comprensiones y reacciones ordinarias a los eventos de una manera gradual y sutil, pero con efectos nocivos significativos a lo largo del tiempo. La guerra cognitiva tiene un alcance universal, desde el individuo hasta los estados y las organizaciones multinacionales. Se alimenta de las técnicas de desinformación y propaganda destinadas a agotar psicológicamente a los receptores de información. Todos contribuimos a ella, en distintos grados, consciente o inconscientemente, y proporciona un conocimiento inestimable sobre la sociedad, especialmente las sociedades abiertas, como las de Occidente. Este conocimiento puede ser fácilmente utilizado como arma. Ofrece a los adversarios de la OTAN un medio para eludir el campo de batalla tradicional con resultados estratégicos significativos, que pueden utilizarse para transformar radicalmente las sociedades occidentales.

Los instrumentos de la guerra de la información, junto con la incorporación de las “neuroarmas”, se suman a las perspectivas tecnológicas futuras, lo que sugiere que el campo cognitivo será uno de los campos de batalla del mañana. Esta perspectiva se ve reforzada aún más por los rápidos avances de las NBIC (nanotecnología, biotecnología, tecnología de la información y ciencias cognitivas) y la comprensión del cerebro. Los adversarios de la OTAN ya están invirtiendo mucho en estas nuevas tecnologías.

La OTAN necesita anticipar los avances en estas tecnologías aumentando la conciencia sobre el verdadero potencial de las CW. Sea cual sea la naturaleza y el objetivo de la guerra, siempre se trata de un choque de voluntades humanas y, por lo tanto, lo que definirá la victoria será la capacidad de imponer un comportamiento deseado a un público elegido. Las acciones que se llevan a cabo en los cinco dominios (aire, tierra, mar, espacio y cibernético) se ejecutan con el fin de tener un efecto en el dominio humano. Por lo tanto, es hora de que la OTAN reconozca la importancia renovada del sexto dominio operativo, es decir, el dominio humano.

Libro en ingles para descargar:

COGNITIVE WARFARE 2021