El Tribunal de Cuentas encuentra deficiencias en la gestión de subvenciones por parte del Instituto de Salud Carlos III durante la pandemia

El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) desempeña un papel crucial como productor y financiador en el ámbito de la ciencia y tecnología en España, gestionando anualmente subvenciones a través de la Acción Estratégica en Salud (AES). En los ejercicios de 2020 y 2021, el total de subvenciones concedidas para la AES superó los 220 millones de euros.

En respuesta a la crisis provocada por la pandemia, el ISCIII presupuestó en 2020 un total de 24 millones de euros con los que financió mediante subvenciones 129 proyectos de investigación sobre el COVID-19 por importe inicial de 23,7 millones, siendo la mayoría de los beneficiarios de estas ayudas universidades, organismos y fundaciones del sector público.

El informe del Tribunal de Cuentas analiza la planificación estratégica, el sistema de control interno, la verificación del cumplimiento normativo y la evaluación de la eficacia y eficiencia en la gestión de las ayudas del Instituto y específicamente de las destinadas a los proyectos sobre el COVID-19 y las relativas a la línea de la AES “Proyectos de Desarrollo Tecnológico en Salud”.

El informe concluye que, aunque existen instrumentos de planificación a nivel del ISCIII y estatal, estos presentan deficiencias, duplicidades e incoherencias, detectándose también debilidades en los sistemas de control interno derivadas del diseño y utilización de las aplicaciones informáticas de gestión y control de las subvenciones

En lo que se refiere a las ayudas financiadas con el Fondo COVID-19, se destaca que se adjudicaron mediante un procedimiento de concesión directa, que estuvo prácticamente exento de la aplicación de la Ley General de Subvenciones. Si bien el ISCIII realizó un esfuerzo notable para llevar a cabo un procedimiento justificado de la gestión de estas ayudas, con celeridad y rapidez, se detectaron numerosas incidencias en la evaluación de los proyectos y el importe finalmente ejecutado, tras las devoluciones producidas, ascendió a 20 millones de euros, por lo que casi un 17 % del Fondo COVID-19 no fue finalmente utilizado, habiéndose atendido el 8,57 % de las solicitudes recibidas.

Respecto a la gestión de la línea de AES antes citada, se destaca que no están documentados convenientemente los criterios y decisiones utilizados para determinar los importes de las ayudas concedidas a los beneficiarios y que se produjo el incumplimiento de plazos para la devolución de fondos no utilizados.

Entre las recomendaciones dirigidas al ISCIII se destaca la necesidad de definir parámetros y metas cuantificables para los objetivos del ISCIII, así como establecer indicadores que faciliten la evaluación del cumplimiento. También se sugiere garantizar la claridad en la concesión de importes y revisar los procedimientos de tramitación de subvenciones para optimizar la gestión.

Finalmente, el informe aconseja que, en futuras circunstancias similares, los requisitos de las subvenciones que no afecten a la agilidad de su tramitación sean claramente especificados en sus bases reguladoras o en la convocatoria correspondiente, para mantener la seguridad jurídica.

Más información en el Resumen y en el Informe.