El Informe Elisa del Centro Criptográfico Nacional (dependiente del CNI)

ELISA – Documento del Laboratorio para el Análisis de la Desinformación del CNI (Ver online)

El Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del servicio secreto CNI, dispone de una herramienta de cibervigilancia denominada Elisa, que se mueve en diferentes webs y redes sociales en torno a la antiglobalización. La monitorización empezó por unas pocas decenas de sitios de Internet, pero se ha ido ampliando progresivamente hasta abarcar unos 350 y serán más a medida que se vayan creando o se descubran.

El informe elaborado de acceso público afirma que las narrativas antiglobalistas pretenden poner en cuestión la legitimidad de los gobiernos de las democracias de la UE y de EEUU. Se acusa de utilizar la retórica maliciosa de atribuir a los gobiernos democráticos estar controlados o servir a los intereses de grupos de presión privados o corporativos no electos democráticamente ( Soros, Gates, Rothschild, Club Bilderberg… ) y renunciar a la soberanía nacional de los Estados.

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Los ataques vertidos hacia toda persona crítica hacia al sistema les lleva a concluir que están en contra de los sistemas democráticos y suponen una amenaza directa para la cohesión social, la estabilidad, incluso la salud, de las democracias liberales, puesto que pretenden erosionar la base perceptiva de legitimidad y confianza que sostiene la gobernanza pública a través de instituciones democráticas. En ningún momento se menciona la violación de los derechos individuales llevada a cabo por estas “instituciones democráticas” durante el estado de alarma. La graves acusaciones son procedentes de una institución que se supone al servicio de los ciudadanos, en un país donde teóricamente existe la libertad de prensa.

Resulta casi infantil pensar que nadie está intentando ejercer el control sobre los estados. Quizás los países y grandes fondos de inversión acreedores de la deuda de medio mundo no estén intentando ejercer ningún tipo de control sobre las democracias, aunque simplemente sea para asegurarse el cobro de la ingente deuda. Recordemos que en España se cambió la constitución para que la deuda de los bancos fuese del país (es decir de los ciudadanos) “sin ningún tipo de presión”. El CNN no se acuerda de cuando los grandes inversores atacaban la deuda pública y el gobierno de España pedía ayuda al Banco Central Europeo. (1) (2) (3) (4)

Conclusiones informe Elisa: “Cuestionamos la democracia y somos peligrosos”

Hecha esta introducción pasamos a detallar algunos aspectos curiosos de este informe (que, de leerse sin espíritu crítico, parece lleno de bondades).

En la página 5 aseguran que uno de los “elementos fundacionales de las democracias” son los “líderes estatales”. Casi parecen olvidar que la soberanía reside en el pueblo (véase la constitución) y que esas personas, a las que llama líderes, son en realidad representantes del pueblo (cuando de verdad lo son). En ningún caso son un elemento fundacional de nada.

Dicen en la página 7 que a los líderes políticos se les acusa infundadamente de llevar a cabo acciones para controlar o someter a la población. Técnicamente, así ha sido, porque:

  • ¿En qué diccionario médico pone que una cuarentena es poner a las personas sanas en arresto domiciliario?
  • ¿En qué parte de la legislación española pone que te pueden impedir salir de tu casa con un Estado de Alarma?
  • ¿Dónde está tipificado que un gobierno territorial pueda imponer toques de queda por su cuenta?
  • Antes de que se tomasen estas medidas ¿Qué evidencia científica había de que esto era lo que había que hacer para controlar un virus?

En la página 13 hablan de difamación y deslegitimación de los organismos multilaterales. Es que aquí, en España, el pueblo es soberano. Ningún organismo estatal está creado para poner en duda a aquellos ciudadanos críticos con las instituciones.

El laboratorio para el Análisis de la Desinformación en ningún momento analiza la verdadera manipulación mediática que, directa y premeditadamente, atenta contra la democracia de nuestro país: la supuestamente llevada a cabo por sus propios jefes, los políticos. Por ejemplo, una investigación académica revela la existencia de más de 40.000 falsos usuarios en Twitter durante la última campaña electoral. Tuitearon sobre eventos políticos destacados: el debate entre los candidatos, la exhumación de Franco o los disturbios en Cataluña. Un análisis de su contenido revela que apoyaban a todos los partidos con escasas diferencias: un poco más a Unidas Podemos, seguidos de Ciudadanos, Vox, PP y PSOE. No nos queda duda que el informe Elisa es una cortina de humo, al igual que las agencias de verificación al servicio del gobierno. Los verdaderos desinformadores están en las altas esferas de los gobiernos, y son intocables para los servicios de inteligencia.

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Más adelante hablan de “Fomento de la teorías conspiranoicas y de fábulas sobre ataques de falsa bandera” y ponen como ejemplo los atentados del 11S. Vemos que las personas que elaboraron el informe Elisa ni siquiera se preocupan de buscar evidencia científica que desmienta o ratifique una versión oficial (11-S en este caso). Es mucho más fácil admitir, a priori, una versión como cierta (la oficial, por supuesto) y tachar al que tiene dudas razonables de conspiranoico.

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“El oficialista es el único discurso para la democracia”

En el apartado 3.2Definición y determinación de las narrativas antiglobalistas (poniendo el COVID-19 como ejemplo) se dedican a buscar narrativas hostiles a la evidencia científica”. Con “evidencia científica” suponemos que se refieren a “discurso oficial sin ninguna base científica”. 

Quizá podrían buscar quién ha aislado el SARS-COV2 de unos pulmones humanos sin tener ese virus en físico (sólo es una secuencia genética en un ordenador obtenida del análisis de riñones de mono –vero6-) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) ¿Cómo han demostrado el contagio?. Llevamos algún tiempo esperando la demostración empírica:  un virus (que no tienen físicamente) infectando pulmones humanos ¿Hola,CNI?. 

También nos gustaría que llegara la demostración de que la PCR para el SARS-COV-2 a 40 ciclos (como es habitual hacerla en España) es eficaz para determinar una infección (12). No repetiremos de nuevo las palabras del creador de la prueba PCR, Kary Mullis, afirmando que no sirve como prueba diagnóstica. Mientras, por otra parte, según podemos ver en los estudios al respecto; el 97% de las personas que resultaron positivas a 35 ciclos no tenían ningún virus en sus pulmones (13) (14). ¿Dónde queda el falaz discurso de que los asintomáticos contagian cuando a solo 35 ciclos el 97% de los positivos no tiene ningún virus en los pulmones?

Queremos saber en qué apartado de los papers de Pfizer pone que esta “vacuna” inmuniza un 95% porque cuando Pfizer presentó sus documentos a la FDA para la aprobación de emergencia sólo aseguraba que tenía un cierto nivel de protección en cuanto a reducción de síntomas graves, algo que, viendo las cifras oficiales de ingresados y vacunados en UCI, debería de ponerse en tela de juicio.

Tal vez podrían comprobar también las bondades de prohibir autopsias ante una enfermedad “nueva y muy contagiosa”. Porque aquí no alcanzamos a comprender cómo ignorarlo todo de una enfermedad nueva nos ayuda a superarla.

Conspiranoia vs hechos comprobados y documentados

Nuestra opinión es que el hecho de que existan tantas lagunas, falacias y contradicciones en el “discurso oficial” es lo que está fomentando que aparezcan las teorías más peregrinas sobre las vacunas (grafeno, microchips en las vacunas, nanopulpos, morguellons) y conspirativas  (como el ejército secreto de Q o diferentes razas alienígenas poblando la tierra).

Aunque para desgracia del CNI, muchos de los que formamos parte de la disidencia y luchamos por una democracia real sin el control de las grandes élites financieras y sus financiados, no solo somos anti-su-sistema, también somos ciudadanos con una alta formación y disponemos de todas las pruebas para demostrar que aquello que afirmamos es cierto y está documentado.

Si es que existe la justicia podemos llevaros ante ella por estafa y crímenes de lesa humanidad. No olvidaremos lo que hicisteis en la residencias de ancianos, ni la vacunación de la gripe, ni aislamiento, ni el abandono, ni kaletra, ni los mórficos, ni la sedación, ni la manipulación absoluta de las cifras fuera de las residencias. No olvidaremos esos mismos protocolos aplicados luego en los hospitales.

No olvidaremos las miocarditis, las pericarditis, ni los infartos, ni todos los datos que vamos rescatando de organismos oficiales como la EMA y el VAERS que nos hablan de cifras elevadísimas de fallecimientos y efectos adversos graves tras la vacuna COVID.

No olvidaremos a los niños respirando dióxido de carbono 8 horas seguidas, mientras sabemos que un coronavirus no mide más de 0,14 micras, mientras que las mascarillas higiénicas de uso común tienen una distancia entre fibras de 2 micras. Que  una mascarilla solo sirve para retener las gotículas en caso de tos y estornudo, y solo en el caso de personas enfermas, y que los asintómaticos son el resultado de la estafa PCR y que toda esta parafernalia no es más que una campaña de sometimiento, miedo y control, como ustedes bien indican que afirmamos.

Dicho esto, remitimos este artículo a el Laboratorio para el Análisis de la Desinformación (Antiglobalismo), que amablemente nos adjuntan sus e-mails cibervigilancia@ccn-cert.cni.es y ccn@ccn.cni.es.