Desde el grafeno hasta los circuitos capaces de comunicarse vía Bluetooth. Las disparatadas teorías del informe realizado por Ricardo Delgado

Desde el grafeno hasta los circuitos capaces de comunicarse vía Bluetooth. Las disparatadas teorías del informe realizado por Ricardo Delgado

En las intervenciones de Delgado en las que habla del Bluetooth, presentan supuesta nanotecnología capaz de emitir señales Mac. No obstante, cada vial de la vacuna Pfizer no se inyecta íntegramente en el organismo de una persona, por lo que su contenido se diluye y se administra a varias personas.

Según la teoría del Bluetooth, a través de un teléfono móvil deberíamos poder “identificar” a las personas vacunadas asociadas mediante un código («MAC») que sería transmitido por el esquivo nanocircuito tecnológico. Pero ¿Cómo es posible que todos los vacunados con un solo vial tengan un único transmisor?

¿Cómo es posible que gracias a las intervenciones de las enfermeras en los centros de vacunación sea posible “cargar” en la jeringa el esquivo “chip” con extrema nanoprecisión? Además del coste desorbitado de una tecnología que actualmente no está disponible, no explican cómo es posible obtener un resultado diferente en varias personas a través de un solo vial. ¿De dónde obtienen la energía para funcionar? Por ahora todo lo descrito por Ricardo Delgado es ciencia ficción.

Ricardo Delgado aporta como única prueba de sus conclusiones las imágenes identificadas con su microscopio. A lo largo de su trabajo nos enlaza con estudios que nada tienen que ver con nanotecnologia capaz de ser introducida en el torrente sanguíneo y producir señales MAC.

¿ Grafeno o colesterol?

Volvemos a las imágenes aportadas por Campra y Ricardo Delgado, pero mostrándote la siguiente que encontramos online:

Imágenes de este tipo, situadas en un contexto conspirativo, parecerían mostrar un pequeño nanochip o circuito tecnológico. En cambio, son cristales de colesterol.

Veamos las imágenes mostradas por Delgado donde parecen presentar un circuito en miniatura.

Os mostramos otra imagen, donde se muestra una vez más un cristal de colesterol identificado en la orina y no los fantasiosos supercircuitos tecnológicos capaces de interactuar a través de la señal Bluetooth.

¿Qué contiene la vacuna Pfizer? Entre sus ingredientes encontramos el colesterol.

Lo que es aún más curioso es que tanto Campra como Delgado publican varias imágenes completamente diferentes entre sí, nunca un elemento similar al otro, lo que idealmente conduce a una producción en masa de supuestos circuito.

Presencia de oxido de grafeno en las vacunas

Con el tipo de análisis realizado por Campra no sería posible distinguir el ARN del óxido de grafeno, porque los ácidos nucleicos (los que forman las cadenas de ADN) ciertamente son absorbidos dentro de esas mismas longitudes de onda y el ARN). De hecho, hablamos de “picos de absorción”, que en este caso funcionan de forma análoga al ruido de los cascos. Como explica el biólogo molecular Francesco Cacciante, las técnicas espectrofotométricas se basan en el principio según el cual cada sustancia absorbe determinadas longitudes de onda (estamos hablando de luz radiación). Entre los valores de 260 y 280 nm tenemos la radiación absorbida por los ácidos nucleicos. Por tanto, es normal observar los picos observados. De hecho, se trata de análisis crudos que ciertamente no pueden distinguir el óxido de grafeno del ARNm.

Conclusiones

Las imágenes de baja resolución, aunque obtenidas por microscopía, no son una prueba, especialmente a la luz del hecho de que lo que se muestra es atribuible al contenido declarado de la vacuna de Pfizer: colesterol. El estudio detrás de las narrativas del grafeno y los misteriosos circuitos en las vacunas no tienen base científica alguna.

Vea el informe completo de Ricardo Delgado:

IDENTIFICACIÓN DE MICROTECNOLOGÍA Y PATRONES ARTIFICIALES EN VACUNA PFIZER