Por Jon Ander Etxebarria Garate
El Ministerio de Sanidad ha reconocido recientemente que España registra un exceso de muertes y Sanidad no sabe la causa. Lo primero que hay que decir ante esta afirmación, es que ante tamaña ignorancia, los responsables del Ministerio de Sanidad, con la Ministra a la cabeza, junto con los responsables de las Consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas deberían presentar su dimisión, bien por su incompetencia, bien por la ocultación de la realidad sanitaria acontecida en nuestro país a raíz de las inoculaciones de la vacuna covid. Dimisión que debería ser exigida por la población, ya que decirnos que no saben la razón es minusvalorar el intelecto de los ciudadanos como si fuésemos poco menos que ignorantes.
La disidencia en estos momentos, se debate, en aspectos tales como, que la administración nos debe decir los datos de fallecidos en vacunados y no vacunados, si se cuenta solo como vacunado a quien ha recibido al menos tres dosis, si ha habido más fallecidos por miocarditis, pericarditis, trombos, ictus y cánceres antes de las inoculaciones y después de las mismas. Información, que por cierto, en ningún momento la va a dar la Administración, como se puede ver al decirnos que no saben de donde sale ese exceso de fallecidos, no analizando ni tan siquiera los que los mismos han reportado en sus informes epidemiológicos.
Pues bien, yo creo que los que somos disidentes tenemos una herramienta en la estadística epidemiológica que nos dice claramente lo que ha ocurrido, aunque no se nos informe desde las Administraciones. Herramienta que se tenía que haber desarrollado con los datos oficiales de fallecidos por/con covid de las diferentes Comunidades Autónomas, ya que esos datos si que los dan.
Sólo con datos oficiales de fallecidos por/con covid, sin tener otro tipo de datos, ya podemos asegurar, utilizando la estadística epidemiológica, que las inoculaciones han generado mayores fallecidos en inoculados que en no inoculados, lo cual, ya, es más que suficiente, para afirmar que las inoculaciones han producido un mayor número de fallecidos por/con covid, cuando curiosamente se les ha administrado a una gran parte de la población un medicamento, que supuestamente se daba precisamente para que se den mucho menos fallecidos de covid, lo que significa, como mínimo, sin entrar en mayores problemas de gravedad causados, que ese medicamento ha fracasado y, que por lo tanto, y ante el no saber porqué hay ese exceso de fallecidos, las Administraciones deberían parar por completo las nuevas inoculaciones con la 4ª dosis.
Lo expuesto, lo demuestro con los propios datos del Servicio Vasco de Salud del Gobierno Vasco, lo cual con toda probabilidad es extrapolable al resto de Comunidades Autónomas y por lo tanto al conjunto del estado español.
Si analizamos los datos de población y % inoculación con la 3ª inoculación en las distintas franjas de edad, ya que si se da una tercera dosis es porque ya se han dado la pauta completa anteriormente, podemos observar que, la tasa total de fallecidos por/con covid/ 100.000 habitantes, es de 367, correspondiendo 348 a vacunados y 19 a no vacunados, lo que representa que la tasa de fallecidos por/con covid son un 94,67% menor en los no vacunados que en los vacunados.
Con estudiar solo estos datos oficiales se puede afirmar que si se sabe la razón de este exceso de fallecimientos, y esta claro que la causa han sido las inoculaciones, por lo tanto, como el Ministerio de Sanidad y las correspondientes Consejerías no saben la razón de este exceso, por su incapacidad, o el no querer saber, al no analizar sus propios datos, lo que procede es que la población pidamos la dimisión de todos ellos, ya que a fin de cuentas, son ellos mismos, los que como mínimo han reconocido su incapacidad e inoperancia, si no algo todavía más grave.
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