Un estudio científico evaluó diecisiete países ecuatoriales y del hemisferio sur (Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Malasia, Nueva Zelanda, Paraguay, Perú, Filipinas, Singapur, Sudáfrica, Surinam, Tailandia, Uruguay), que comprenden el 9,10 % de la población mundial, el 10,3 % de las inyecciones mundiales de COVID-19 (tasa de vacunación de 1,91 inyecciones por persona, todas las edades), prácticamente todos los casos de COVID-19 tipo de vacuna y fabricante, y abarcan 4 continentes.
En los 17 países, no se encontró evidencia de mortalidad por todas las causas (ACM) por datos temporales de cualquier efecto beneficioso de las vacunas COVID-19. No existe asociación en el tiempo entre vacunación COVID-19 y cualquier reducción proporcional de ACM. Ocurre lo contrario.
Los 17 países tienen transiciones a regímenes de alta ACM, que ocurren cuando el se implementan y administran las vacunas contra la COVID-19. Nueve de los 17 países no tienen exceso detectable de ACM en el período de aproximadamente un año después de que se produjo una pandemia declarado el 11 de marzo de 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta que las vacunas se implementan (Australia, Malasia, Nueva Zelanda, Paraguay, Filipinas, Singapur, Surinam, Tailandia, Uruguay).
Se producen picos sin precedentes en ACM en el verano (enero-febrero) de 2022 en el hemisferio sur y en los países de latitudes ecuatoriales, que son sincrónicos con o inmediatamente precedido por lanzamientos rápidos de dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19 (tercer o cuarto dosis). Este fenómeno está presente en todos los casos con datos de mortalidad suficientes (15 países). Dos de los países estudiados tienen datos insuficientes de mortalidad a enero febrero de 2022 (Argentina y Surinam).
Los datos detallados de mortalidad y vacunación de Chile y Perú permiten resolver por edad y por número de dosis. Es poco probable que los picos observados en la mortalidad por todas las causas en enero-febrero de 2022 (y adicionalmente en: julio-agosto de 2021, Chile; julio-agosto de 2022, Perú), en en cada uno de ambos países y en cada grupo de edad avanzada, podría deberse a cualquier causa distinta que los rápidos lanzamientos de dosis de refuerzo de la vacuna COVID-19 asociados temporalmente. Asimismo, es poco probable que las transiciones a regímenes de alta ACM, coincidentes con el lanzamiento y la administración sostenida de las vacunas COVID-19, en los 17 países del hemisferio sur y de latitudes ecuatoriales, podría deberse a cualquier causa distinta a la vacunas.
Sincronicidad entre los numerosos picos de ACM (en 17 países, en 4 continentes, en total grupos de edad avanzada, en diferentes momentos) y los rápidos lanzamientos de refuerzo asociados permiten concluir la firme sobre la causalidad y cuantificación precisa de la vacuna COVID-19 toxicidad.
El riesgo general de muerte inducida por la inyección de las vacunas COVID-19 en la actualidad poblaciones, inferido del exceso de mortalidad por todas las causas y su sincronicidad con los despliegues, es globalmente generalizado y mucho mayor que lo informado en los ensayos clínicos, el efecto adverso monitoreo y estadísticas de causas de muerte a partir de certificados de defunción, por 3 órdenes de magnitud (1.000 veces mayor).
La gran dependencia de la edad y los grandes valores de vDFR cuantificados en este estudio de 17 países en 4 continentes, utilizando todos los principales tipos de vacunas COVID-19 y fabricantes, deberían inducir a los gobiernos a poner fin inmediatamente a la publicidad pública infundada política de salud de priorizar a los residentes de edad avanzada para que se les inyecte la vacuna COVID-19, hasta se realicen análisis válidos de riesgo-beneficio.
Se afirma que las pruebas científicas de causalidad están ampliamente satisfechas, como se demuestra ampliamente en el documento:
• Las vacunas contra el COVID-19 pueden causar la muerte
• Ausencia de exceso de mortalidad hasta que se implementen las vacunas COVID-19
• Las vacunas contra el COVID-19 no salvaron vidas y parecen ser agentes tóxicos letales
• Evidencia sólida de una asociación causal y toxicidad letal de la vacuna
• La causalidad del exceso de mortalidad está ampliamente demostrada.
• Evaluar otras interpretaciones de la causa del exceso de mortalidad.
• Implicaciones con respecto a la dependencia de la edad de la toxicidad mortal de las vacunas COVID-19
Además, no se conocen hechos que refuten la relación causal inferida y cuantitativa. entre los picos excesivos de ACM observados y el COVID-19 asociado temporalmente lanzamientos de vacunas y refuerzos.
Fuente:
Rancourt, D.G., Baudin, M., Hickey, J., Mercier, J. “COVID-19 vaccine-associated mortality in the Southern Hemisphere”. CORRELATION Research in the Public Interest, Report, 17 September 2023. https://correlation-canada.org/covid-19-vaccine-associated-mortality-in-the-Southern-Hemisphere/
2023-09-17-Correlation-Covid-vaccine-mortality-Southern-Hemisphere-cor